El sector porcino presume de resultados en la mayor feria del sector

MURCIA. El sector porcino español sacó pecho de sus resultados en los últimos años y presumió del crecimiento logrado desde hace diez años. Así lo manifestó el presidente de la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (Interporc), Manuel García. “Las exportaciones del sector porcino español han seguido un continuado e intenso proceso de crecimiento en los últimos 10 años. En las exportaciones del sector porcino español, si se miden en valor económico, tienen bastante relevancia las exportaciones de productos curados y embutidos (cerca de un 18% del total exportado en valor)”, desgranó en Lorca en el marco de la quincuagésimo segunda edición de la feria ganadera, industrial y agroalimentaria SEPOR, donde ha presentado la ponencia “¿Qué nos están demandando los mercados exteriores?”.

 García ha desmentido las críticas que algunos sectores de la sociedad han vertido sobre el sector porcino y aseguró que la porcinocultura española está regulada por “el sistema de producción más exigente del mundo en protección del medio ambiente y cuidado de los animales”. El sector exportó el año pasado 2,15 millones de toneladas de carne por valor de 4.800 millones de euros, consolidando una línea de crecimiento expansivo que comenzó hace diez años, aunque el experto ha anunciado un descenso importante del censo porcino para fin de año y un aumento de precios e importaciones en 2020. Según indicó, en España hay 82.000 explotaciones ganaderas de porcino (1.500 en Lorca) y la producción anual de carne de cerdo es de 4,5 millones de toneladas, de las que el 47,4 por ciento se destina a la exportación.

El presidente de Interporc defendió la ganadería porcina como “un negocio sostenible” frente a las críticas que recibe el sector de grupos animalistas y ambientalistas y puso como ejemplo que la porcinocultura solo consume el 0,05 por ciento del agua que se consume en España. También indicó que en los últimos 30 años se ha reducido un 30 por ciento el uso de agua por kilo de carne producido y un 22 por ciento la emisión a la atmósfera de los gases de efecto invernadero.

Aseguró que en el país las granjas “son maravillosas” y que en ellas el bienestar de los animales está plenamente acreditado, porque el certificado de bienestar animal “supone cumplir los máximos estándares, tiene una sólida base científica, implica auditorías en las distintas fases y garantiza la transparencia y el control”.

Pese a todo destacó la necesidad de “comunicar bien a la sociedad urbana” cómo se produce lo que come y que lo que llega a su mesa “cumple con todos los requisitos” y para ello las seis interprofesionales de la carne en España están trabajando juntas para poner en marcha un sello de garantía que certifique el cumplimiento de todos los protocolos de bienestar animal. En ese contexto, los mercados internacionales piden a los productores españoles “acercar cómo se trabaja en el mundo rural al mundo urbano en materia de bienestar animal, sostenibilidad y medioambiente”.