MURCIA. La Versión Cefálica Externa (VCE) -maniobra manual que se utiliza para cambiar la postura del feto cuando está de nalgas- que implantó el Hospital Santa Lucía de manera pionera en la Región en el año 2013, ha resultado ser una técnica que ha obtenido muy buenos resultados en este tiempo y ha supuesto una disminución de la realización de cesáreas en mujeres embarazadas cuando el feto se encuentra en posición podálica (de nalgas).
Los partos vaginales de nalgas, cuando el feto introduce los pies o las nalgas en la pelvis materna en lugar de la cabeza, suelen presentar más dificultad, según informaron fuentes del Área de Salud II en un comunicado. En estos casos lo habitual es programar una cesárea para evitar riesgos y aunque la cesárea es una intervención muy segura, un parto vaginal natural evita mayores agresiones, es menos incómodo que un postoperatorio de cesárea, y disminuye la morbilidad o mortalidad que pueda estar asociada a la cirugía.
Es una de las conclusiones de la tesis de la facultativa del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Complejo Hospitalario Universitario de Cartagena y responsable del Área de Paritorio del Hospital Santa Lucía, Rocío López Pérez, que ha estado dirigida por el jefe de la sección de Obstetricia del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital General Universitario Santa Lucía, Juan Pedro Martínez Cendán, y que se realiza dentro de los programas de Doctorados de la Universidad Católica de Murcia (UCAM).
Para este trabajo se ha realizado un estudio en el que se han incluido a unas 400 pacientes del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Complejo Hospitalario Universitario de Cartagena desde marzo de 2013 y a las que se les ha realizado esta técnica.
En el Hospital de Santa Lucía, y al final del embarazo cuando el bebé está en esta postura, el ginecólogo puede proponer a la madre realizarle un procedimiento manual para girar al bebé y conseguir una posición más favorable para el parto. Utilizando esta técnica, en más del 99% de los casos no hay riesgo para el bebé y las complicaciones fetales de la versión cefálica externa son muy poco frecuentes.
El diagnóstico permite programar una VCE en la semana 37 del embarazo. Se realiza en el área de Paritorio del hospital de Santa Lucía y, suele llevar asociada la administración de algún analgésico a la paciente, pero en cualquier caso sin necesidad de ingreso hospitalario.
En todo momento, el proceso está controlado y antes de comenzar, se realizan algunas pruebas como una ecografía y un monitor para comprobar la posición y el bienestar del bebé y se administra a la madre medicación para relajar el útero.
Los ginecólogos, entonces, mediante una especie de masaje, intentamos guiar suavemente al bebé a la posición cabeza abajo presionando con las manos en el abdomen de la madre. Estas maniobras manuales que pueden durar unos cinco minutos y que tienen como objetivo intentar colocar al bebé.
Si no se consigue, se puede intentar otra vez aunque no se suelen hacer más de dos o tres intentos, controlando siempre al bebé mediante ecografía. Si la técnica fracasa y el bebé vuelve a la postura de nalgas, puede intentarse de nuevo unos días más tarde, antes del parto.
Igualmente, cuando finaliza el proceso, se realiza un monitor de control y la paciente puede marcharse a casa para seguir su embarazo con normalidad.