Fotografías: Paloma Gonzalez Rey
MURCIA. Una casa de México con vistas al Pacífico; una residencia en los Hamptons de Nueva York en la que se respira diseño, así como varios pisos de lujo en el corazón de Manhattan; un ático art déco en Ciudad del Cabo; una vivienda reformada en un edificio del siglo XVII en París; el sueño de habitar en la naturaleza hecho casa en Sudáfrica; una mansión en Miami que es una especie de museo de arte digital... y una casa en la diputación lorquina de Purias que es todo un refugio rural en el que impera el buen gusto y la elegancia. Y es que esta última vivienda ubicada en un paraje eminentemente agrícola se ha colado por méritos propios en la selecta lista de 'Los 25 salones más bonitos y elegantes que hemos visto en 2022' que ha llevado a cabo la revista de arquitectura y decoración 'AD', codeándose con lo mejorcito del mundo.
Pero, qué tiene esta vivienda diseñada y construida por Maaf Estudio en Purias para haber llamado la atención de medios especializados: también ha sido destacada en la revista 'El Mueble' o 'Interiores', y ha sido incluida en 'Las diez casas más vistas (y deseadas) de la web de AD' durante el pasado mes de septiembre. Para empezar, decir que prima la piedra y maderas en tonos crudos; las líneas rectas que conforman composiciones rectangulares y elegantes; un clima de relax y de equilibrio que invita a desconectar; una piscina paradisíaca e imprescindible que dialoga con la casa...
Ana Fernández Guerrero, arquitecta y cofundadora de Maaf Estudio, señalaba hace unos meses a Murcia Plaza que este proyecto de vivienda unifamiliar -con una superficie de 300 metros cuadrados y ubicada en una extensa zona rural donde predomina el campo- ha tenido como pilares principales la tradición, luz, el diseño y la eficiencia; que a su vez han servido como hilo conductor. El objetivo era, añadía la arquitecta, responder a las necesidades y vivencias del cliente, con una vivienda actual y moderna, pero al mismo tiempo conectada con el entorno y con la tradición de la tierra.
Para ello, el estudio proyectó una única planta conformada por dos volúmenes, que se comunican entre sí mediante un juego de alturas y lucernarios, creando entre ellos patios de luz y de transición, así como recorridos funcionales. De esta forma, los espacios interiores y exteriores se conectan, al tiempo que la zona de día y la de noche quedan divididas.
Destaca, precisamente, el salón en forma de foso que tanto ha dado que hablar, que invita al recogimiento y que se ha hecho merecedor de estar incluido en la selección internacional realizada por AD. Pero también otras zonas, como la cocina con office; un comedor exterior de estilo natural; los baños de diseño, minimalistas y con luz natural; la piscina con jardín... y detalles como una ventana con banco.
Otra de las cuestiones que el estudio tuvo muy presente -dentro de lo que califican como arquitectura consciente- fue la eficiencia de la vivienda, utilizando materiales cercanos y muy reconocibles en la arquitectura tradicional de la zona. Para ello, se buscaron oficios y empresas locales, siendo los materiales -como la piedra natural o los acabados- de fábricas del lugar.