El precio de la almendra cae en picado: cerca de 7.000 toneladas se enfrentan a un incierto futuro

MURCIA. La almendra española no pasa uno de sus mejores momentos. Sus precios se sitúan en los más bajos de los últimos años con pérdidas previsibles de un 15-20% en la Región de Murcia, donde se cultivan algo más de 65.600 hectáreas.

Este fruto seco no tendrá un 2020 favorable en Murcia con respecto al año anterior, aunque no se han realizado comparaciones muy precisas debido a un cambio en la metodología de cálculo hecha hasta ahora. Aun así, existen factores externos que convierten al cultivo de la almendra es una producción muy variable.

La importación, principalmente de frutos procedentes de California, es una competencia fuerte, y normalmente es la que ‘pone el precio’ a la producción nacional. Este estado norteamericano es líder mundial en la producción de almendra a un coste muy inferior al español. Además, tiene a su favor algo que no tiene la almendra española: promoción.
No existe una marca que promocione ni la almendra murciana ni la española; y para el consumidor sería esencial. “La almendra de Murcia tiene muy buena calidad, incluso más que la de California, pero no tiene promoción, por lo que no hay respuesta de consumo”, afirma Alfonso Gálvez Caravaca, secretario general de la Asociación de Jóvenes Agricultores (ASAJA-Murcia).

Las exportaciones han bajado durante la pandemia debido al cierre los mercados europeos. Aun así, la situación con la covid-19 no ha sido un factor determinante en el mercado de la almendra, pero sí se ha notado en el consumo nacional, y en general en todos frutos secos, ya que no son un bien de primera necesidad. Mientras que las ventas de frutas y hortalizas se han mantenido -incluso aumentado- durante el confinamiento, la almendra no ha ‘calado’ tanto en los compradores, que se decantaban por productos más básicos.

California, Turquía y Marruecos son algunos de los mayores competidores para la almendra española, y se están extendiendo cada vez más, por eso se necesita actuar, dándole a la almendra una diferenciación local. Aunque los mayores consumidores sean nacionales, sigue habiendo una confrontación con el producto por parte de los clientes, que prefieren los extranjeros, ya sea por el precio o por el renombre.

“Por ahora no existe ningún proyecto para impulsar el producto, pero si se plantea, sería muy positivo para el sector” insiste Gálvez. La almendra tiene un coste de producción importante, pero cuando ha dado dinero, la producción ha sido buena, y se han cultivado más hectáreas, por lo que el precio cae en los supermercados, y es más fácil atraer a los consumidores.

El sector ha tenido muy bueno años, pero cuando el cultivo de la almendra ha sido dañado por el clima u otros factores externos, la producción ha sido menor, por lo que los precios suben, y los consumidores bajan. El propio sector se está perjudicando.
Este año se estima que la producción española de almendra alcanzará las 95.500 toneladas, de las que 6.825 procederán en la Región de Murcia.