MURCIA (EP). El juicio contra el acusado de matar en 2017 a un hombre que intentó impedir que agrediera a una menor de edad mientras estaba en el Hospital de Molina de Segura ha sido anulado tras conocer que una de los miembros del jurado ha dado positivo en coronavirus.
Fuentes del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) han informado de que el magistrado presidente ha disuelto el jurado, suspendido las sesiones y anulado el juicio al comunicar la unidad de gestión de casos del TSJ COVID-19 que una integrante del jurado, que fue sustituida a principios de semana al conocer un posible contacto, ha dado positivo.
Cabe recordar que el juicio se celebra desde el pasado 10 de septiembre en la Sección 2 de la Audiencia Provincial, con sede en la Ciudad de la Justicia de Murcia, y estaba previsto que se celebrase su última sesión este viernes.
El Ministerio Fiscal pedía penas que suman 19 años de prisión para este individuo. En concreto, solicitó doce años de cárcel por homicidio y otros siete por homicidio en grado de tentativa, además de indemnizaciones a la familia de la víctima que superan los 500.000 euros en su conjunto.
Según el escrito de calificación del Ministerio Público, los hechos ocurrieron el 2 de mayo de 2017 cuando, sobre las 17.00 horas, T.G.D.C y las hermanas E.L. y A.L. quedaron en el parque del barrio de Fátima, en Molina de Segura, con M.C.J.M para pelearse por antiguas rencillas entre ellas.
Tras un leve encontronazo, T.G.D.C, E.L. y A.L. acudieron a denunciar los hechos a dependencias policiales, donde se les informó de que debían acudir a un centro sanitario para obtener un parte médico de lesiones y adjuntarlo a la denuncia.
Por su parte, M.C.J.M. se dirigió a la Plaza de la Cerámica de Molina de Segura, donde se encontró con su hermano, el acusado R.J.M., al que le relató el incidente.
Acto seguido, éste acudió a su domicilio y de su dormitorio cogió un cuchillo de cocina de 9 centímetros de sierra que se escondió en el pantalón antes de salir a buscar a las supuestas agresoras de su hermana.
A las 17.13 horas, el acusado entró por la puerta de Urgencias del Hospital de Molina y se dirigió a la zona de admisión profiriendo expresiones tales como "voy a matar a todo el mundo". En este lugar se encontraban T.G.D.C, E.L. y A.L.
Entonces, según relata el Ministerio Fiscal, el acusado se abalanzó sobre la primera y le dio un puñetazo en la cara, para, posteriormente, sacar del pantalón con la mano derecha el cuchillo de cocina que portaba y cambiárselo a la izquierda y continuar arremetiendo contra la víctima con el puño derecho.
Tras dos puñetazos, el acusado lanzó varias puñaladas en dirección a la cara mientras la víctima intentaba repeler la agresión.
Durante el transcurso de estos hechos, J.C.M.P., que se encontraba en la sala de espera de urgencias mientras operaban a su hijo, acudió en auxilio de la víctima, menor de edad, y con la que no tenía ninguna relación de parentesco ni amistad.
J.C.M.P. intentó retener al acusado, que portaba el cuchillo ya en la mano derecha cogiéndolo con su brazo por el cuello para intentar desarmarlo, pero R.J.M. logró zafarse y separarse unos metros, de tal forma la víctima quedó entre la pared y el agresor, sin posibilidad de maniobra.
El acusado le lanzó entonces una primera cuchillada, que J.C.M.P. intentó evitar interponiendo su pierna, alcanzándole el cuchillo al muslo izquierdo, y, posteriormente, una segunda cuchillada al costado superior que le alcanzó en el hombro izquierdo.
Finalmente, mientras la víctima se encontraba malherida, el acusado se separó unos metros, limpió el cuchillo con su mano izquierda y volvió a arremeter contra el agredido con ánimo de acabar con su vida, ocasionándole una herida mortal en el hemitórax derecho que le seccionó la orejera del auricular del ventrículo derecho.
Mientras la víctima es atendida por los facultativos del Hospital, el acusado se dirigió nuevamente contra la menor de edad con el cuchillo en la mano, por lo que ésta cogió un extintor para intentar defenderse, pero R.J.M. se lo quitó.
En ese momento intervino el vigilante de Seguridad del Hospital, que estuvo presente en el lugar de los hechos desde el principio, si bien solo actuó al final. El acusado, tras marcharse del lugar, fue a casa de su tía y dejó el cuchillo partido en la mesa, donde lo encontró una prima, que decidió tirarlo a la basura, siendo localizado por agentes de la Policía Nacional en un contenedor. Fue detenido ese mismo día por agentes de la Policía Local de Molina cuando viajaba en un vehículo junto a sus padres y su tía.
Además de los 12 años de prisión por el homicidio de J.C.M.P., la Fiscalía solicitaba para el acusado otros siete por homicidio en grado de tentativa contra T.G.D.C y la prohibición de aproximarse a una distancia mínima de 500 metros de su persona, domicilio, lugar de trabajo o lugar de estudios y cualquier otro frecuentado por ella durante 10 años.
Además, pedía al acusado y, subsidiariamente, al titular del Hospital de Molina, la empresa de seguridad y la mercantil aseguradora, una indemnización para la viuda de la víctima de 180.000 euros, y de 180.000 y 160.000 euros para los dos hijos de la pareja.