MURCIA. El comercio local padece ante la caída en el consumo de los hogares de la Región. Y es que, tras un contexto de inflación donde el coste de la vida se ha encarecido muy por encima del crecimiento de los salarios, las economías familiares se ven obligadas a adaptar sus compras para adaptarse a la pérdida de poder adquisitivo, con lo que recortan aquellos gastos que resultan más prescindibles.
"Hay poco dinero en las casas. Todo está mas caro y lógicamente la gente tiene que recortar en algún lado, por lo que compran solo lo que necesitan, no como antes que venían con alegría. Antes veías algo bonito y te dabas el capricho, pero ahora ya no hay capricho", expone Carmen Piñero, presidenta de Coremur, en conversaciones con Murcia Plaza.
De hecho, precisamente esta caída en el consumo es una de las principales debilidades que destacan los estudios cuando valoran el estado de la economía regional, como es el caso de Caixabank Research, que apunta a un menor gasto derivado de la incertidumbre generada por el contexto inflacionista y las consecuentes subidas de interés.
También BBVA Research pone el acento en que la Región de Murcia registra junto con Andalucía el mayor deterioro en el consumo durante los últimos 6 meses, y destaca que son las dos comunidades donde es mayor el peso de la demanda interna.
"Nosotros somos el eslabón mas débil de la cadena porque somos los primeros que notamos la falta de consumo. Si nosotros estamos mal es que la economía se está poniendo enferma", incide la representante del pequeño comercio de la Región.
En este sentido, destaca que este sector se encuentra en la Región más perjudicado que en otras zonas de España, pues donde la pequeña tienda murciana ve como sus ventas suben tan solo un 1,6% de media, el segundo peor resultado por comunidades tan solo por delante del 0,3% de Castilla y León. Por su parte, el conjunto de la nación muestra un incremento del 6,6% interanual, más de cuatro veces por encima de los datos de la Región.
En este sentido, Piñero incide en que en la Región no existen las ayudas que sí se pueden encontrar en otros puntos de España para incentivar el gasto y movilizar a los consumidores. Para ello, apunta hacia los bonos descuento como una herramienta muy útil como reclamo para "llevar a la gente a las tiendas", lo que considera que sería el primer paso para la recuperación.
Precisamente este objetivo es el que cumplen las rebajas de verano, que comenzaron a aplicarse la semana pasada. En un primer momento, esta época siempre atrae a los clientes, que esperan que lleguen los descuentos para hacer sus compras, pero tras el empujón inicial los comercios vuelven a la normalidad porque "ya se están desinflando las rebajas". En cualquier caso, lo cierto es que sí se está consiguiendo mejorar las cifras del año pasado "que fue muy malo".
También el empleo se resiente como consecuencia de esta situación, pues los puestos de trabajo se han visto reducidos un 0,1% en lo que va de año frente al aumento del 1,5 del conjunto nacional: "Ya el comercio local se está convirtiendo en un negocio de una persona sola o de una familia porque no hay posibilidades de mantener personal. Si tuviéramos el tirón que tiene la hostelería también contrataríamos gente", concluye Piñero.