El pequeño comercio pide ayuda a la ciudadanía para superar la crisis: "Hay que apostar por nosotros"

CARTAGENA. La pandemia de la covid ha revelado la importancia que la hostelería y el comercio de proximidad. Ante la tendencia de las grandes marcas a apostarlo todo a su canal online, dejando únicamente tiendas físicas en los centros comerciales, la supervivencia del comercio local se ha vuelto fundamental. Una ciudad sin comercio es una ciudad fantasma, lo que comúnmente se ha conocido siempre como ciudad-dormitorio. Sucede que las restricciones a la interacción social, los límites horarios y demás normas derivadas de la crisis de la covid han puesto al filo del abismo a estos negocios. Todo ello, sumado a una inflación desbocada por la subida de los precios de la energía en plena campaña de Navidad, uno de los puntos fuertes de la facturación.

"La campaña de Navidad está parada. El consumo no está tirando como debería. A todo ello se suma el incremento de los costes. A nosotros, al pequeño negocio, nos repercute mucho más que a las grandes marcas. Si vendemos podemos ajustarnos pero si no…Nos asfixiamos", señala Carmen Piñero, presidenta de Coremur, la patronal de pequeño comercio de la Región. "Esta Navidad está siendo muy rara, hemos perdido esa compra de impulso especialmente en la población femenina, que compra porque le gusta una determinada prenda aunque no la necesite. No hay reuniones de negocio, ni amigo invisible…La gente está desganada”, añade Paloma Jáudenes, CEO de 'Pequeña Moma', una de las grandes firmas de moda de la Región.

La sexta ola no parece que vaya a moderar su fuerza en los próximos días, por lo que también en enero, época de rebajas, esperan momentos complicados. Por ello, piden la ayuda a la población. "El pequeño comercio es el que permite funcionar, da trabajo a los de aquí y ese dinero se queda en la Región. Nos han pedido actualizarnos, y lo hemos hecho. Tenemos venta online, solo tienen que buscarnos. Hay que apostar por nosotros", afirma Piñero. "Me espero un enero bastante complicado. Hemos adelantado las rebajas con la excusa del roscón de Reyes. Las rebajas son 3-5 días fuertes, si ya las hemos adelantado…Tenemos mucha incertidumbre", añade Jáudenes.

Porque otro de los problemas, y bien lo sabe la creadora de Pequeña Moma, son el incremento de los costes junto a la incertidumbre de las ventas. "De momento no hemos repercutido el alza de los costes en el consumidor. Me tocará en verano. Porque ahora tengo parados los pedidos de la temporada de verano, porque no sé si podré vender 100 0 200 alpargatas. ¿Cómo lo hago? Estamos sorteando esta época como se puede", se resigna. El '2020' parece que no tiene fin.