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El patrimonio 'sujeto o emblemático': una herencia que no se puede perder y que forma parte de la identidad

19/10/2024 - 

MURCIA. ¿Qué es el patrimonio sujeto o emblemático? Son edificios, ornamentaciones, espacios o cualquier otra construcción que, sin tener gran calidad arquitectónica, merece la pena su salvaguarda por formar parte de la vida cotidiana de una población, así como de la identidad de la misma. La desaparición de este tipo de patrimonio, que a día de hoy no goza de ninguna protección oficial a nivel cultural por parte de las administraciones, puede ocasionar en los habitantes del lugar en donde se ubican una sensación de perdida de identificación o añoranza, así como un sentimiento de animadversión hacia los entes públicos encargados de velar por el ciudadano. 

Imaginen la Plaza de las Flores capitalina sin su quiosco de venta de estas; la eliminación de la cruz de la Sierra de La Muela en Orihuela o la de Miravete; Alfonso X sin el bar Gran Vía o Torreagüera sin el quiosco de golosinas... a lo que habría que sumar innumerables apeaderos en la línea férrea Murcia-Cartagena, aljibes públicos centenarios y las muchas hornacinas repartidas por toda la huerta de Murcia. Imagínense la perdida, de todo lo relatado anteriormente.

El patrimonio sujeto no se debe olvidar y menos destruir alegando, en muchos casos, que su arquitectura no tiene interés cultural. Con estas desapariciones por goteo estamos eliminando nuestras señas de murcianía. Cada rincón de nuestra Región posee este tipo de herencia de nuestros antecesores, que sigue corriendo un grandísimo riesgo de desaparición por no estar amparada por ninguna normativa. 

No estaría mal, que la administración comience a estudiar una legislación al respecto. Mientras tanto, se desearía un poco de coherencia en este sentido por parte de los entes públicos y así evitar episodios ocurridos como, por ejemplo, en Torreagüera, con su Casino, para el que la ciudadanía reivindicó su mantenimiento como espacio cultural. O el de los vecinos de Cañadas de San Pedro con el apeadero de Canteras, solicitando a Adif su conservación. 

Todas estas acciones podrían ser los primeros pasos para que el patrimonio emblemático cobre la importancia que se merece, ya que este forma parte de nuestras vivencias, recuerdos y de la historia de cada pueblo o ciudad.

* Raúl Jiménez y Lorca es cronista de Torreagüera