Panorámica del estadio Cartagonova durante un partido del Fútbol Club Cartagena. Foto: FELIPE G. PAGÁNCARTAGENA. El partido de la primera eliminatoria de la Copa del Rey de fútbol que traerá al Real Club Celta de Vigo a la Región para enfrentarse al Club Deportivo Algar, de Preferente Autonómica, se celebrará en el estadio municipal Cartagonova de Cartagena el domingo 13 de noviembre a las cuatro de la tarde.
Así lo ha comunicado el Ayuntamiento de esta localidad después de que en los últimos días se especulara con las posibilidades de que el choque ante un rival de Primera División se llevara a cabo en el campo Sánchez Luengo de la diputación cartagenera de El Algar e incluso en el estadio Francisco Artés Carrasco de Lorca, esta descartada pocas horas después de haberse planteado.
El Consistorio ha hecho saber al club la decisión de ofrecer el Cartagonova para la celebración del encuentro ante la imposibilidad técnica de instalar en el Sánchez Luengo las gradas que ampliasen el aforo hasta la capacidad mínima que exige la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), institución responsable de la organización de la Copa del Rey.
"El estadio Cartagonova garantiza el cumplimiento de todas las exigencias de la RFEF y permitirá al CD Algar cubrir las mayores expectativas de asistentes en un partido histórico y clave para sostener su proyecto deportivo", se indica en la nota publicada por el Ayuntamiento, que ha estado trabajando durante la última semana para conseguir la homologación del recinto algareño con cuestiones que tienen que ver con la colocación de gradas supletorias, la mejora de la iluminación y el estado del césped.
La estructura del campo posibilita aumentar el foro en torno a 2.000 asientos, lejos de las al menos 3.000 butacas que se pedían. Para ampliar ese número sería necesario, entre otras inversiones, reestructurar todo el sistema de iluminación, desmontar las torres y levantar temporalmente torres nuevas en otra posición.
Tampoco la inversión prevista para adecuar el césped del campo cuenta con las garantías de homologación por parte de la RFEF al tratarse de un material con una antigüedad superior a la que se exige en la competición.
