Foto: Ayuntamiento de Murcia
MURCIA. El alcalde de Murcia, José Antonio Serrano, acompañado por la concejala de Pedanías y Barrios, Recursos Humanos y Desarrollo Urbano, Ainhoa Sánchez, y por el concejal de Urbanismo y Transición Ecológica, Andrés Guerrero, ha presentado hoy el proyecto del Parque Metropolitano Oeste, que se va a convertir una de las grandes zonas verdes del municipio de Murcia con 37.786 metros cuadrados en su primera fase y que cuenta con un presupuesto de ejecución de 5.118.000 euros, que serán financiados en gran medida gracias a los fondos Next Generation.
Serrano ha destacado que "esta fase del parque Oeste es la de carácter más urbano y será la que mayor grado de equipamiento tendrá, respecto del resto de la superficie que completa la totalidad del parque Metropolitano, que tendrá un carácter más naturalizado. Así, esta fase está destinada también a ser el recorrido que conecte Barriomar con el centro de Murcia, por lo que se integran en su ordenación itinerarios peatonales y ciclistas con acabados urbanizados similares a los del resto de la ciudad".
"Este proyecto va a suponer una auténtica revolución para el municipio de Murcia, del que se beneficiarán todos los vecinos y vecinas del mismo. Somos conscientes de que Barriomar ha sido históricamente abandonado por anteriores equipos de Gobierno y, por eso, desde que llegué a la alcaldía me marqué como firme objetivo sacar adelante este proyecto, que sin duda hará de Murcia una ciudad mejor, más verde y más conectada, eliminando cicatrices", ha señalado el alcalde.
Como gran novedad, Serrano ha anunciado que el Metropolitano contará con sistemas urbanos de drenaje sostenible, que ayudarán a mitigar el riesgo de inundaciones.
El enfoque tradicional de la gestión de las aguas de lluvia se centra en el control de la cantidad de escorrentía, en particular, del caudal, tratando de evacuar lo más rápidamente posible el agua y dirigiéndola fuera del ámbito de actuación. Sin embargo, tras décadas de existencia en otros países, actualmente en España empieza a extenderse el enfoque de drenaje sostenible, que apuesta no sólo por el control de la cantidad (tanto de caudales como de volúmenes), sino también por el control de la calidad de esas aguas de escorrentía, tratando de imitar, en la medida de lo posible, las condiciones previas a las del proyecto. Adicionalmente, se busca obtener otros valores añadidos en términos de generación de espacios más agradables y habitables para el ciudadano y de mejora de la biodiversidad.
"El objetivo principal en este proyecto es el de la gestión de la cantidad y control de las inundaciones, pero también fomentar la retención e infiltración en origen de las escorrentías", ha explicado el alcalde.