Felipe Moreno. Foto: MPMURCIA. La junta de accionistas del Real Murcia aprobó las cuentas del pasado ejercicio con el 67,38% de apoyos y el rechazo del 32,62% restante aunque eso no evita que esté aún en riesgo de disolución.
Esto obliga a la centenaria institución a llevar a cabo la reducción de su capital y eso haría perder peso a la mayoría de los accionistas a perder un peso que ganaría el actual dueño y presidente, Felipe Moreno. Así se activará la conocida como operación acordeón para rebajar al máximo la deuda privada, que está en torno a los 12,7 millones de euros.
En cuanto a la deuda pública, son 13,9 con Hacienda y Seguridad Social más 1 millón con el Ayuntamiento de Murcia y 400.000 euros con la compañía Aguas de Murcia.
Dicha junta, que impugnó desde su inicio el accionista Julián Luna, quien ya había anticipado que presentaría una querella contra Moreno, se llevó a cabo durante cerca de cuatro horas en el palco de honor del estadio Enrique Roca con 5.543.863,99 euros de capital social representado, lo que supone el 75,14% del total de la sociedad.
El presidente informó de la situación económica del club y Luna preguntó por el patrimonio neto negativo acumulado, el cual puede ser una causa de disolución al alcanzarse un déficit de casi dos millones de euros, en concreto, 1.959.136 euros.
Moreno indicó que el capital aportado pasará a acciones cuando termine de depositar los ocho millones en acciones que suscribió en la junta del pasado mes de marzo.
"El plan de reestructuración de la deuda se está estudiando para que sea viable y tomar el camino que sea menos doloroso y el mejor para los intereses del club", dijo el máximo dirigente grana.
