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Día Mundial de los Océanos

El Mediterráneo, una fuente de riqueza que hay que mantener a flote

9/06/2020 - 

MADRID (EFE). La organización WWF, en el marco de la celebración este lunes del Día Mundial de los Océanos, ha pedido a las autoridades europeas diseñar una estrategia común para la recuperación azul y sostenible del mar Mediterráneo, que genera un valor económico anual de 396.000 millones de euros.

Según WWF, solo el 1,27 % del Mediterráneo está "efectivamente protegido", mientras los científicos y organizaciones mundiales luchan por lograr la protección del 30 % de la biodiversidad marina.

WWF señala asimismo que los principales sectores marítimos compiten en áreas marinas clave del Mediterráneo, dejando estos espacios en un "estado de grave agotamiento".

Esta sobreexplotación de los recursos está provocando que este mar interior del Océano Atlántico, de 2,5 millones de metros cuadrados y casi 3.900 kilómetros de longitud, en cuyo litoral vive el 40% de la población, se convierta en un punto crítico de la pérdida de biodiversidad global y de la crisis climática.

Según WWF, el valor económico de 396.000 millones de euros que genera el Mediterráneo es equivalente a más de la mitad del Fondo de Recuperación de la Unión Europea (UE).

Sin embargo, esa riqueza que genera, "solo puede mantenerse a flote a largo plazo si se logra su conservación efectiva, se invierte en la recuperación de sus ecosistemas y se hace una planificación sostenible de las actividades económicas marinas".

"Es necesario un compromiso político con un enfoque multisectorial que trabaje por una recuperación azul para que se sienten las bases para un futuro sostenible", subraya el coordinador de áreas marinas protegidas en WWF España, Oscar Esparza.

La sobrepesca que se ha practicado durante años han convertido al Mediterráneo en el mar más explotado del mundo.

Producto de esas prácticas, muchas pesquerías se han derrumbado, las flotas se están reduciendo y los pescadores artesanales se ven obligados a abandonar sus trabajos.

Una mejor gestión de las pesquerías y una mayor protección marina podrían hacer que la industria vuelva a ponerse en pie y funcione de manera sostenible, aseguran desde la organización.

Además, los pescadores deben compartir el mar con otros sectores en crecimiento: la acuicultura se ha cuadruplicado en tamaño en los últimos 20 años y ya representa más de la mitad de la producción pesquera total del Mediterráneo, mientras que se proyecta que el transporte marítimo crezca un 4% anual.

Otro de los problemas que afronta el segundo mar cerrado en el mundo después del Caribe, es el turismo, que a pesar del parón actual debido al confinamiento y restricciones provocadas por la crisis de la covid-19, ha experimentado un incremento imparable.

Según estimaciones, para 2030 el Mediterráneo podría recibir hasta 500 millones de turistas.

Además, más de la mitad de los superyates del mundo surcan las aguas del Mediterráneo cada verano, pero el fondeo no regulado sobre hábitats vulnerables es la primera amenaza para los fondos marinos en áreas marinas protegidas.

Por ello, gestionar estos desarrollos de manera coordinada y evitar daños irreparables a los recursos marinos de los que dependen resulta crucial, concluye la organización. 

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