El mayor puente colgante sobre el Danubio se construye con energía de San Javier

MURCIA. La tecnología de la Región de Murcia llega a todas las partes del mundo. La última prueba de este hecho es la participación de Himoinsa, empresa con sede en San Javier, en la construcción de un puente colgante sobre el río Danubio, el mayor hasta la fecha.

Esta compañía se especializa en el diseño y fabricación de soluciones
de tecnología energética, por lo que el granito de arena que han aportado para esta gran obra proviene de sus generadores, pues han proporcionado la energía necesaria para llevar a cabo este proyecto. 

Por el momento se ha necesitado de la distribución de 15 equipos distintos, lo que suma una capacidad total de 8 MW, desde que dieran comienzo las obras en 2018. Este puente tiene una longitud de más de 2 kilómetros y conectará Rumanía con Moldavia cuando finalice la construcción, lo que está previsto que ocurra en 2030. Esta infraestructura es ha promovido para mejorar la calidad de vida de los habitantes de la zona, pues hasta ahora dependen de un viaje en ferry para cruzar a la otra orilla.

Uno de los principales retos de la obra ha sido extraer el agua para instalar los pilares que sustentarán al puente, pues se han necesitado más de 4MW para crear pequeñas 'islas' artificiales dentro del río para poder trabajar. Al fin y al cabo, estas bases tienen 40 metros de diámetro y 23 metros de profundidad.

Durante la segunda fase la energía ha ido enfocada a permitir el uso de la maquinaria necesaria para fundir las partes de metal que forman parte de la estructura.

Nuestro cliente está muy contento con el tamaño de nuestros equipos generadores que les permite aumentar el tiempo de uso y reduce la necesidad de repostar, lo que también supone minimizar el riesgo de contaminar el río. Junto con la calidad de nuestros generadores, se trata de las razones por las que nos han elegido para este trabajo", celebra Catalin Stanciulescu, director general de All Generating, distribuidora de Himoinsa en Rumanía.

Con sede central en San Javier, Himoinsa dio sus primeros pasos en 1982, aunque fue a partir de los años 90 cuando realizó una apuesta decidida por la internacionalización de la empresa. Himoinsa fue adquirida en 2015 por el grupo japonés Yanmar, especializado en la tecnología basada en el diésel.