El Mar Menor obra el milagro: Miras y Ribera firman la paz y ponen el cronómetro a cero

MURCIA. La pipa de la paz se fumó en el Palacio de San Esteban. La tormentosa relación entre los Gobiernos de España y de la Región de Murcia se apagó este jueves, con la presencia en Murcia de la vicepresidenta Teresa Ribera. La ministra para la Transición Ecológica anunció el plan del Ejecutivo nacional para recuperar el Mar Menor, dotado con 34 medidas y con una inversión de 382 millones hasta 2026. El presidente murciano, Fernando López Miras, valoró su hoja de ruta, reconoció sus medidas como "necesarias" y ofreció la colaboración del Gobierno regional. Y aunque ambos reconocen que habrá discrepancias, discusiones y tensiones, la sensación que transmitieron fue de tregua y voluntad sincera de cooperación. El cronómetro de dos Gobiernos enfrentados, pues, se pone a cero para tratar de recuperar la gran joya natural de la Región, como es el Mar Menor. 

Sirva un ejemplo de la buena sintonía de este encuentro que el presidente Miras, que tan crítico ha sido con el Gobierno central, llegó a hablar de trabajar como "un equipo con un objetivo común, no como dos entes separados". Y proclamó tajante: "Vamos a recuperar el Mar Menor y lo vamos a hacer juntos", aseguró, satisfecho de que se empiece a tratar el problema del Mar Menor como un asunto de Estado. Eso sí, el presidente admitió que habrá "discusiones seguro por plazos y prioridades". Pero lo importante, apostilló, "es que tenemos claro es que hay que arreglar juntos este problema". Así lo cree también Ribera, que remarcó que la "cooperación administrativa" es clave para incrementar "exponencialmente la posibilidad de éxito". La ministra, además, se ha comprometido a comprobar in situ los avance del plan y, para ello, visitará cada tres meses la Región. La próxima reunión se celebrará, dijo, antes de Navidad. 

El presidente murciano recibió a la vicepresidenta en la sede del Gobierno regional después de que Ribera diera cuenta de todas las medidas a científicos, investigadores y representantes de organizaciones agrarias, sociales y ambientales. El jefe del Ejecutivo regional apuntó también que había mucho trabajo adelantado, pues a su juicio la mayoría de las medidas del Ministerio están previstas por la Comunidad. Y enfatizó que si hay una prioridad es el cese de los vertidos por la Rambla del Albujón y acabar con los regadíos ilegales. La ministra, de hecho, ha dado como plazo cinco meses para desmantelarlos (en concreto, se ha comprometido a tramitar todos los expedientes en poder de la Confederación Hidrográfica del Segura antes de que acabe el primer trimestre de 2022).

Los choques entre ambos administraciones de distinto signo político han sido frecuentes en los últimos tiempos. La salud del Mar Menor se volvió a quebrar este verano, con el episodio de anoxia que dejó miles de peces muertos en la orilla, y ambos Gobiernos se enfrascaron en la enésima gresca por el reparto de competencias y culpas. Aquella crisis obligó a la ministra a desplazarse a la Región y ya entonces se vivió otra escena de paz, con Miras y Ribera enterrando el hacha de guerra a finales de agosto. No duró mucho este clima, pues las críticas se volvieron a suceder. Sin ir más lejos, Miras esperaba esta visita de noviembre poniendo en duda que hubiese una lluvia de millones para la laguna. "Si la ministra dice que hay 300 millones para el Mar Menor, no es verdad", decía un día antes. Sin embargo, ahora confía en las palabras de Ribera. "Hemos hablado de eso, mirándonos a los ojos, y la ministra me ha trasladado su compromiso de que los Presupuestos generales del Estado van a amparar el marco de actuaciones en el Mar Menor". La ministra, de hecho, ha hecho hincapié en que "cada céntimo de euro" previsto en el plan tiene su reflejo en esas cuentas públicas.

La supervivencia del Mar Menor está en juego y las dos administraciones más importantes se han dado la mano. El propósito está dicho. Las palabras quedan ya para la hemeroteca. ¿Durará la paz? El tiempo dictará sentencia.