En el informe publicado por FEDEA y el Consejo General de los Economistas (CGE) se advierte que la brecha de productividad de España con la media de la zona euro en 2023 alcanza los 14 puntos, lo que ha provocado una fuerte caída del PIB per cápita en España, que se sitúa 17 puntos por debajo de la media de la zona euro. El informe insiste en la necesidad de una mayor inversión en educación y en I+D, y más estabilidad jurídica.
El mapa recoge en porcentajes sobre la media nacional, las empresas, los ocupados y el PIB en cada una de las comunidades y ciudades autónomas. Esto nos permite constatar su propia realidad, así como conocer el nivel de eficiencia en la producción y, en consecuencia, su capacidad competitiva.
La Región de Murcia ocupa el 3,21% del total nacional y aporta el 2,66% del total del PIB nacional. Si lo comparamos con Aragón constatamos que con el 2,85% del total de ocupados aporta al PIB el 3,1%, se evidencia la necesidad y la urgencia en la Región de un plan de actuaciones para impulsar los servicios avanzados y contar con producciones de alto valor añadido.
El problema de la estructura productiva regional es el insuficiente peso de las producciones de alto valor añadido y, en consecuencia, su baja productividad. Es un hecho constatado que cuanto mayor es la productividad (índice del Producto Interior Bruto por ocupado) mayores son los salarios y el valor añadido, a la vez que incrementa la recaudación de las Administraciones Publicas y los recursos para la mejora del estado del bienestar.
El cuadro nos permite ver la evolución de las comunidades en función de su eficiencia productiva y su renta por habitante entre los años 2007 y 2022. Así, constatamos que el País Vasco sigue en el puesto 1 en eficiencia productiva, así como en la renta por habitante. La Comunidad de Madrid se mantiene en el puesto 2 de eficiencia productiva y pasa del 3 al 2 en renta por habitante.
"El problema de la estructura productiva regional es el insuficiente peso de las producciones de alto valor añadido"
Los cambios principales corresponden a Galicia, que ha pasado de una eficiencia productiva del 88,01% en 2007 al 96,11% en 2022, y del puesto 11 al 9 en renta por habitante, confirmando que las Regiones que cuentan con mayor productividad cuentan a su vez con mayor porcentaje de renta por habitante.
La Región de Murcia se mantiene en el puesto 15 en eficiencia productiva, solo por delante de Castilla la Mancha y Canarias, al igual que en 2007. En renta por habitante se sitúa en el 82,37% de la media nacional y en el puesto 14, tan solo por delante de Canarias, Andalucía y Extremadura, evidenciando que su gran potencial de desarrollo precisa de ser puesto en valor mediante un gran acuerdo por la Región.
La caída de la productividad en España es una dura realidad. Un informe del BBVA y el IVIE recoge que España se encuentra a la cola de Europa. Entre los años 2013 y 2019, España crecía el 1,2%, Alemania lo hacia en el 4,3%, Francia en el 2,2% e Italia en el 1,6%. Italia, que en 2007 se encontraba en productividad por debajo de España, ha invertido las tornas, y se ha situado en el 99,3% de la media de la Unión, mientras que España se encuentra en el 90,4%.
Entre las medidas que FEDEA y el CGE plantean para impulsar la productividad se encuentran la formación del capital humano, un mayor desarrollo de la I+D+i y un decidido apoyo al emprendimiento. También se debe acelerar la transformación digital del tejido productivo y de la administraciones publicas, reduciendo las trabas administrativas, así como fomentar una reforma fiscal que busque un mayor equilibrio entre eficiencia y equidad, entre otras.
En la Región de Murcia el único camino para afrontar y resolver los problemas a los que se enfrenta es dejar atrás el enfrentamiento y pasar al dialogo y la negociación, acordando con los partidos políticos, empresarios y sindicatos un plan de actuaciones que permita despejar las incógnitas que pesan sobre su futuro. Para ello es necesario un acuerdo con el Gobierno de España para la realización de las infraestructuras recogidas en el acuerdo del 6 de marzo de 2020.
Asimismo, se debe concretar un plan de actuaciones que impulse la puesta en valor de todas las potencialidades de la Región, incentivando la atracción de inversores y talento, que la lleve a situarse en el entorno de la media nacional en renta y PIB por habitante en el horizonte de 2030.