MURCIA. El juzgado de lo mercantil número Uno de Murcia ha aceptado finalmente el concurso de acreedores presentado por la empresa Agrícola Aguileña (Agrasa), que el pasado diciembre comunicaba el despido de sus más de 400 trabajadores distribuidos entre el personal de campo, almacén y oficinas, tras acumular unas deudas de 25 millones de euros. Solo en el año 2017, última contabilidad conocida, esta firma registró unas pérdidas de 7 millones de euros.
El juzgado ha nombrado administrador concursal a la sociedad Aseproem, deberá designar a la persona encargada de dirigir la mercantil.
Esta empresa se fundó en 1977 a lo que siguió en 1982 la sociedad agrícola, comenzando dos años más tarde la distribución de sus tomates por toda Europa, cultivo al que incorporó en 1986 la lechuga, inaugurando en 1988 instalaciones de manipulado. Sería en 1994 cuando se constituyó la Organización de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH) y en 1999 se construyó un embalse de 1 hectómetro cúbico, instalando placas fotovoltáicas en 2008.