MURCIA. El Servicio de Alergología del hospital universitario Rafael Méndez de Lorca cuenta con un nuevo dispositivo que permite realizar un diagnóstico más preciso de las intolerancias alimentarias.
Este nuevo equipamiento, que ha sido adquirido recientemente, permite medir los niveles de hidrógeno y metano en el aire que se espira para el estudio de intolerancias a la lactosa, fructosa, sorbitol y el sobrecrecimiento bacteriano.
La mecánica de la prueba consiste en soplar en un dispositivo, de manera que este registre, mediante el aliento del paciente, los niveles que se han de estudiar. De este modo, se realizan varias muestras de aire, la primera en ayunas y las restantes en distintos tiempos, que varían dependiendo del objetivo de la muestra.
La realización de esta prueba supone una mejora sustancial en la calidad de vida de los pacientes, pues, al realizar un diagnóstico más preciso sobre aquellos alimentos que no son bien tolerados, es posible adoptar las medidas y tratamiento adecuados a cada caso.
Esta prueba, conocida también como ‘test del aliento’, sirve para detectar en el paciente la presencia de Helicobacter Pylori, una bacteria que se contagia a través de las heces, comida o agua contaminadas, y de boca a boca.
El Helicobacter Pylori es la causa de infección crónica más común en el mundo y afecta aproximadamente al 50 por ciento de la población mundial. Aunque no causa enfermedades en la mayoría de las personas infectadas, sí constituye un factor principal de riesgo de úlcera péptica y es responsable de la mayoría de las úlceras de estómago y del intestino delgado superior.
Sus síntomas son variados y en algunos casos muy molestos, como el dolor urente, conocido como ardor de estómago, dolor estomacal agudo, náuseas, pérdida de apetito o pérdida de peso involuntaria.