Fotos: CEDIDAS
MURCIA. El paro es uno de los principales problemas que golpea a las personas con discapacidad, ya que llega a triplicar el de la población general. Detrás de su inserción laboral, hay un esfuerzo incansable contra los prejuicios y estereotipos que los persiguen, un camino en el que el colectivo va de la mano con preparadores y asociaciones. Aún quedan muchos obstáculos que superar, pero también hay cifras alentadoras al respecto: según datos de Plena Inclusión, en el último año trabajan cerca de 324 personas con discapacidad intelectual en la Región de Murcia y otras 120 lo hacen en Centros Especial de Empleo.
Conseguir empleo es, para las personas con discapacidad, mucho más que una oportunidad para comenzar su carrera laboral, es una oportunidad de relacionarse diariamente con otras personas y llevar a cabo una vida plena. "El trabajo me ha ayudado en el ámbito personal, gracias a él he aprendido a organizarme mejor y a establecer prioridades. Es una forma de aprender cada día algo distinto y superarme", cuenta Lourdes García, trabajadora Centro Especial de Empleo Astus en Cartagena. Al igual que ella, hay varios ejemplos de personas que demuestran superación personal y borran los prejuicios del colectivo en la Región. Desde Murcia Plaza hemos querido hablar con algunos de ellos con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad.
Pocas son las personas que llegan felices un lunes al trabajo, solo algunas tienen -o deciden tener- esa mentalidad tan optimista. Es el caso de Lourdes García, trabajadora en el Centro Especial de Empleo Astus en Cartagena, desde hace más de treinta años. "No me canso nunca de mi trabajo, cada día es algo diferente y sigo manteniendo la misma ilusión del principio", relata Lourdes.
Los comienzos fueron difíciles, confiesa, porque aunque los inicios suelen asustar a cualquiera -ya sea en lo laboral o en otro ámbito- tanto ella como su familia temían que no llevara bien el trabajo. Sin embargo, rompió los estereotipos y logró no solo adaptarse, sino superarse con creces y conseguir el puesto de alta responsabilidad que cubre a día de hoy.
Preparar unas oposiciones lleva un largo proceso detrás: desde un temario denso que estudiarse al dedillo, hasta la fuerza y entereza de reponerse cuando no apruebas las primeras veces.
A todo ello se ha enfrentado Antonio Cutillas, funcionario del IMAS tras once años -más de una década, que se dice pronto- examinándose en distintas partes de España. "Con constancia logré un trabajo que al principio parecía imposible, despues de muchos años de estudio y sacrificio", explica Antonio. En el proceso de preparación ha contado con Manoli Sánchez de la asociación Ceom, además de con temarios adaptados que le facilitaran la comprensión.
Paqui Sánchez es cocinera y monitora de comedor en el Colegio de la Consolación en Caravaca de la Cruz desde hace dos meses, un trabajo que confiesa, "le ha ha cambiado la vida al cien por cien" y le ha permitido dar un gran paso pese a su discapacidad intelectual.
A Paqui, poder relacionarse con sus compañeras de trabajo y con los niños en el comedor le ha permitido cumplir su sueño: "No solo es una oportunidad de trabajar en algo que te gusta, sino también de aprender a hacer cosas nuevas y superarte. Mi vida no sería la misma si no me hubieran dado esta posibilidad", explica Paqui, quien en todo momento ha contado con la ayuda de su preparadora Mari Loli Salcedo. La labor de los preparadores es fundamental en el proceso de inserción laboral, pero también en el de acompañamiento durante todo este período en el que no pierden el contacto.