MURCIA. Los precios continúan al alza en toda la economía regional. La inflación generada por el desorbitado coste de la energía ya ha impregnado todos los sectores de actividad, que están afrontando el complicado dilema de si repercutir o no los precios. Por un lado, no hacerlo supone reducir la rentabilidad, pero trasladar al cliente unas subidas tan repentinas como las que se están produciendo también puede llegar a desincentivar la demanda, una complicada decisión en la que está atormentando en estos momentos a la moda regional.
"Este año ha comenzado muy bien, pero no sabemos cuánto va a afectar los costes de suministro y si nos veremos obligados a subir precios", explica el CEO de Liwe Española, José Ángel Pardo, en conversaciones con el Info. Y es que esta compañía con sede en Puente Tocinos no puede hacer más que confiar en que las consecuencias de la guerra de Ucrania no sean demasiado "gravosas".
No obstante, ya en febrero de este 2022 la ropa y el calzado experimentaron un crecimiento del 7,2% en su precio en la Comunidad murciana respecto al mismo mes del año anterior, según los últimos datos publicados por el INE. Estos resultados, si bien van en consonancia con la inflación general -7,7% en el mismo mes-, también implican un gasto extra para un consumidor que cada vez tiene más en cuenta el precio a la hora de comprar, como demuestra el éxito que están teniendo portales low cost como Shein.
En consecuencia, las tiendas de moda más tradicionales se encuentran en la tesitura de tener que adaptarse para no perder cuota de mercado: "O evolucionas o no puedes permanecer", incide Pardo.
Sin embargo, desde la fabricante de la marca Inside se mantienen positivos sobre sus posibilidades de crecimiento en este 2022: "Tenemos claro que si la gente hace vida social, le gusta ir bien vestida y probar ropa distinta. Por eso en 2021 hubo un consumo contenido. Por eso nos inclinamos por la moda accesible, democrática. Cuando el consumo se retrae, recogemos clientes que se incorporan a nuestra franja de precio, aunque también perdemos en las crisis con las clases sociales con menor poder adquisitivo. En cualquier caso, el saldo es positivo".
Más allá del dilema de los precios, Liwe afronta otros dos retos de relevancia mayúscula: la transformación digital y la apuesta por la moda sostenible. En específico, se muestran más confiados con el primero de ellos, pues cuentan con un plan de 7 millones de euros para un desarrollo tecnológico que esperan tener culminado para finales de 2023.
Por otro lado, la apuesta por la sostenibilidad resulta más compleja, aunque desde la firma con sede en Puente Tocinos reconocen que se trata de uno de sus objetivos principales pese a que "en el sector textil es complicado": "Nuestra principal materia prima es el algodón, pero no podemos usar el orgánico en todo por su alto precio. En algunas prendas, lo usamos para darle un plus de valor. Lo que ocurre es que si vas a vender la camiseta a 50 euros, te compensa, pero no si la vendes a 4,99 euros".
