CARTAGENA. El Fútbol Club Cartagena abrirá la temporada 2020/2021, la de su retorno a Segunda División ocho años después, y lo hará visitando a un histórico como el Real Oviedo en el estadio Carlos Tartiere con la intención de empezar a sumar en su camino por lograr la permanencia en la categoría de plata, para lo cual su entrenador, Borja Jiménez, apostará por un once mezcla de jugadores que lograron el ascenso y de los fichajes realizados este verano.
El partido, que comenzará a las doce del mediodía, lo encarará el cuadro blanquinegro con la ilusión propia de quien regresa al fútbol profesional tras una campaña, la pasada, en la que fue campeón del grupo IV de Segunda B y luego ascendió al superar al Atlético Baleares en una tanda de penaltis todavía fresca en la memoria a pesar de que hayan transcurrido ya casi dos meses de esa noche en la que el 0-0 y los posteriores lanzamientos desde los 11 metros permitieron dar el salto.
De ese equipo 13 futbolistas han entrado en la convocatoria elaborada por Borja, la cual incluye a ocho jugadores que no figuraban en la plantilla. Se trata de siete de los nueve fichajes realizados -Delmás, David Simón, Clavería, Sergio Lozano, Kleandro, Simón Moreno y Nacho Gil- y del canterano Uri, quien sube desde el filial.
Las únicas caras nuevas que no están en la relación de expedicionarios son las del defensa Alberto De la Bella, algo comprensible teniendo en cuenta que su fichaje fue anunciado la noche del jueves, y el delantero Rubén Castro, cuya contratación se ha realizado este mismo sábado.
El estreno para los de la ciudad portuaria llega tras una pretemporada en la que el Cartagena ha perdido los cinco partidos que ha disputado en la fase de preparación, aunque sus sensaciones han estado por encima de los resultados ante rivales potentes pues tres de ellos eran de Primera y dos de los llamados a ser punteros en Segunda.
Los blanquinegros cayeron por 1-3 frente al Villarreal, por 1-2 ante el Levante, por 3-1 en su visita al Valencia, por 0-1 contra el Leganés y por 0-2 ante el Tenerife.
Tras esos ensayos llega lo serio y el técnico ha admitido que hay "muchísimas ganas de que comience todo".
"Va a ser un año difícil, en el que tenemos que hacer muchas cosas bien para conseguir el objetivo y estoy seguro de que el equipo dará la cara", ha afirmado el abulense, responsable de una plantilla que en este momento sólo tiene la baja obligada por lesión arrastrada desde la pasada campaña del defensa Sergio Ayala.