El buceo de Cabo de Palos 'saca' la cabeza tras dos años de pandemia y restricciones

CARTAGENA. Una de las actividades referentes en Cabo de Palos, el buceo, comienza a ver la luz después de dos años en los que la pandemia y las restricciones a la movilidad han golpeado a esta actividad cuya 'época' laboral no es tan amplia. Este 2022, después de dos años, han podido empezar desde primavera a funcionar a pleno rendimiento, sin restricciones de aforo ni a la movilidad que habían soportado desde que en marzo de 2020 estallara la crisis sanitaria.

"Para empezar, notamos que estamos pudiendo empezar la temporada de primavera, algo que desde hace dos años no podíamos hacer", afirman desde Planeta Azul, uno de los clubes de buceo que existen en Cabo de Palos y que ya percibe como la actividad empieza a resurgir desde el primer momento. "Ya el verano pasado fue bueno, pero este año la diferencia es que hemos podido empezar a trabajar desde primavera", añaden desde el citado club de buceo. "Las expectativas es que, al menos, la facturación sea similar a la del año pasado". Durante este tiempo, el cliente que sigue acercándose al buceo no ha variado. "El poquito cliente internacional se ha ido pero el nacional sigue estando. Al que le gusta el buceo no ha dejado de venir", señalan las escuelas de buceo de la zona.

Entre los problemas existentes se encuentra la mala visibilidad que existe por las recientes lluvias en el mar, que ha enturbiado el fondo marino. "Consecuencias del cambio climático", señalan desde Planeta Azul. El otro problema que existe son los márgenes que se van a llevar los organizadores de estas actividades. El incremento de los precios, especialmente respecto a la gasolina y la luz, provoca que, tras dos años con dificultades, el buceo vaya a ver que, con una facturación similar, el beneficio es menor. "Los precios van a subir de media un 10% pero con eso no cubres el incremento de los costes. El cliente lo entiende. Quien no se puede permitir el buceo no es porque hayan subido los precios", señalan desde Planeta Azul.

Por ello, y tras dos años "de sorpresa en sorpresa", el buceo aspira al menos a tener un verano sin sobresaltos que les permitan ir recuperando las pérdidas de una época que ya parece quedar atrás.