MURCIA. El Banco Central Europeo (BCE) cumple con el guion marcado por el mercado y recorta los tipos de interés por segunda vez en lo que va de año. El Consejo de Gobierno de la institución presidida por Christine Lagarde ha realizado este jueves su reunión correspondiente al mes de septiembre en el que ha acordado bajar una marcha en el nivel de restricción de la política monetaria.
En concreto, se ha producido una rebaja de 25 puntos básicos de la tasa de depósito, que cae hasta el 3,5%. Por otro lado, la tasa de referencia para sus operaciones de refinanciación baja al 3,65% y el tipo marginal de crédito al 3,90%. Estas bajadas se suman al recorte de un cuarto de punto aplicado el pasado junio, cuando se produjo la primera reducción de tipos desde 2019. Con esta decisión, el tipo principal sufre su segundo recorte desde 2016, hace más de ocho años, cuando quedó en el 0%.
Era lo que el mercado llevaba apuntando desde hace varios meses y que reafirmaba en las últimas semanas tras la publicación de las actas del último encuentro del Consejo, así como de varios indicadores macroeconómicos que sirven de referencia para la institución a la hora de tomar decisiones en materia de política monetaria.
En concreto, las actas de la reunión del pasado 18 de julio señalaban que septiembre era "un buen momento para reevaluar el nivel de restricción de la política monetaria". No obstante, recordaban que esta materia "debería abordarse" en base a los datos macroeconómicos, aunque con "una mente abierta". Algo que, para el mercado, abría la puerta a un recorte de tipos tras el verano. En este sentido, los analistas de Bankinter ya vaticinaban el pasado 2 de septiembre que el BCE bajaría el precio del dinero en la presente reunión y deslizaban: "Aplicará al menos otra bajada antes de terminar 2024".
Cabe recordar que la de septiembre también ha sido una reunión especial por lo que respecta a España, pues el nuevo gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, ha estado presente por primera vez en el Consejo de Gobierno del BCE. Desde la salida de Pablo Hernández de Cos en junio, Margarita Delgado había asumido las tareas de gobernadora en funciones, algo que le impedía gozar de derecho a voto en este tipo de cónclaves.
Sobre las consecuencias que pueda tener esta bajada de tipos para el Euríbor, índice de referencia para las hipotecas, la analista de mercados de Ebury, Itsaso Apezteguia, analizaba a principios de este mes que éste seguiría su tendencia a la baja al calor de la esperada senda de recortes. No obstante, se mostraba prudente respecto a las bajadas que pudiera hacer el BCE durante estos últimos meses del año al considerar que "los mercados están descontando un ciclo de relajación demasiado agresivo por parte del BCE". Por todo ello, sentenciaba: "Aunque la incertidumbre sobre dónde se situará el indicador a finales de año es elevada, mantenemos nuestras previsiones de que el Euríbor se situará en torno al 3% - 3,5% a finales de 2024".
Por otro lado, el equipo de análisis de Ebury señalaba este mismo miércoles que los inversores descontaban "por completo" este movimiento en la política monetaria, por lo que es "probable" que carezca de impacto en los mercados financieros. No obstante, analizaban que el euro podría experimentar "una cierta caída a corto plazo" si el BCE desliza la posibilidad de otro recorte en octubre. "En nuestra opinión, lo más probable por ahora es que los recortes sean trimestrales. Esto podría suponer un cierto impulso alcista a medio plazo para el euro, dada la probabilidad de un ritmo de recortes más agresivo al otro lado del Atlántico", añadían.
Queda por ver si el organismo realizará más movimientos antes de que termine el año. Tal y como ha subrayado Lagarde en un sinfín de ocasiones, dependerá de la evolución de indicadores clave, tales como los datos del mercado laboral o de evolución de la inflación. La presidenta del BCE ya remarcó en rueda de prensa el pasado mes de junio que las presiones inflacionistas eran "intensas" y consideró probable que la tasa siguiera por encima del 2% "hasta bien avanzado" 2025.
"La rigidez de la inflación y las buenas noticias sobre el desempleo, que ha vuelto a caer hasta el 6,4%, otro mínimo histórico de la eurozona, significan probablemente que el BCE se conformará con mantener un recorte cada dos reuniones", señalaban los analistas de Ebury en el análisis semanal del mercado de divisas correspondiente al último cuarto de agosto.
Lo cierto es que el IPC de la Eurozona se moderó el pasado agosto hasta el 2,2%, en gran parte debido a la caída de los precios de la energía. No obstante, la inflación subyacente - referencia para el BCE - apenas menguó una décima, hasta el 2,8%. Un indicador aún más cerca del 3% que del 2%, pero que se ha ido acercando de forma progresiva al objetivo.
En cualquier caso, la jefa de Renta Fija y gestora de fondos de Ibercaja Gestión, Cristina Gavín, apuntaba hace unos días que la clave ya no estaba tanto en el recorte aplicado este jueves, "sino en la senda que podemos esperar de cara a la parte final del año". En este sentido, remarcaba que el ritmo de las bajadas dependería "claramente" de las previsiones de crecimiento e inflación para los próximos trimestres.
"Nosotros nos decantamos por una sola bajada adicional tras la de septiembre, creemos que el BCE optará por la prudencia, las declaraciones de los miembros más hawkish a las que hemos asistido las últimas semanas parecen ir en ese sentido, y deberíamos ver una tendencia más clara de los precios a la baja para que la Autoridad Monetaria acelere el proceso de bajadas de tipos", añadía en su comentario.
Por su parte, Daniel Loughney, director de Renta Fija de Mediolanum International Funds, señalaba que los mercados descuentan una bajada adicional de 40 puntos básicos este año "con un tipo objetivo del BCE que podría llegar al 2% a mediados del próximo año". "Creemos que esta previsión es demasiado conservadora, y esperamos que el BCE realice dos reducciones de 25 puntos básicos en octubre y diciembre, con el tipo objetivo descendiendo al 1,75% en los próximos doce meses", vaticinaba.
Por otro lado, la Reserva Federal de los Estados Unidos celebrará los días 17 y 18 de este mes el encuentro del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC). La institución presidida por Jerome Powell acompañará al BCE en una bajada del precio del dinero, salvo sorpresa. En este sentido, cabe recordar que en la actualidad los tipos estadounidenses se mantienen en la horquilla del 5,25% y el 5,5% desde hace más de un año.
Las actas de la última reunión revelaban que la institución veía probable que se pudieran relajar estas tasas en la próxima reunión, siempre y cuando los datos macroeconómicos acompañen. Pocos días después, durante el simposio de Jackson Hole, Powell aseguró que había aumentado su confianza en que la inflación estuviera regresando al 2% y añadió: "Ha llegado el momento de que la política (monetaria) se ajuste".
Ante estas declaraciones (y los últimos datos publicados), todo apunta a que la única incógnita que deberá despejar la Reserva Federal será el alcance del recorte que realice y si a éste le acompañan más en las dos reuniones que se producirán antes de que finalice el presente ejercicio.
En esta línea, Christian Hantel, gestor de Fixed Income (Boutique de Vontobel) apunta que "el principal motor" para que la Fed abogue por un ciclo de recortes es el "debilitamiento del mercado laboral" que se ha producido en los últimos meses. "Con los frenos echados desde hace algún tiempo, la institución estadounidense está ahora en condiciones de ponerse a la altura del Banco Central Europeo en materia de recortes de tipos si fuera necesario", añade.
En cualquier caso, remarcar que las próximas proyecciones económicas estadounidenses serán "clave" para que la Fed determine la evolución del precio del dinero. "Dado que el mercado ya descuenta bastantes recortes de tipos para este año, cualquier desviación podría aumentar de nuevo la volatilidad de los tipos", analiza.