CARTAGENA. El próximo 22 de febrero expira el acuerdo de cesión de uso del edificio de la calle Caballero por parte del Ayuntamiento a la UPCT. A partir de ese momento será la administración municipal la que decida qué hacer con este inmueble, situado en pleno centro de la ciudad y que dejó de funcionar en 2020 como residencia universitaria.
El interés real del Ayuntamiento es que vuelva a convertirse en lugar de acogida de jóvenes estudiantes de la universidad cartagenera y fuentes del equipo de gobierno confirmaba a este diario que existen empresas interesadas en hacerse con la gestión de sus servicios.
La inauguración del edificio ubicado en Sor Francisca Armendáriz y gestionado por MiCampus ha cubierto la actual demanda de habitaciones para los estudiantes de la Universidad Politécnica de Cartagena, de ahí que la necesidad a día de hoy no sea urgente. Uno de los hándicaps de este inmueble es la "escasa rentabilidad", explicaban especialistas en este sector, que tiene esta residencia para las empresas que pueden gestionar la residencia. Con solo 32 habitaciones y espacios mucho más reducidos que la que gestiona MiCampus, será complicado atraer a futuros estudiantes para este edificio si finalmente se consigue captar inversores.
Hace cuatro años se llevaban a cabo obras de restauración de la fachada frontal del edificio, construido en 1911 y catalogada con grado de protección 3.
La residencia consta de cuatro plantas y 32 habitaciones individuales. Además, los usuarios disponían de servicios como cafetería, comedor, internet, lavandería y gimnasio y durante los últimos años esta residencia se ofertó para alojar alumnos extranjeros y de los cursos de verano.
El edificio fue construido por el acalde Mariano Sanz Zabala, promotor de las primeras Escuelas Graduadas de España. El proyecto lo redactó el arquitecto Francisco de Paula Oliver Rolandi, nombrado arquitecto municipal unos años después y autor de edificios modernistas como la Casa Serón de la calle del Carmen.
El edificio, ubicado en corazón del casco histórico de la ciudad, destaca por sus diez balcones que dan a la calle Caballero, aunque los años en los que se utilizó como vivienda, algunos de ellos dispusieron del típico mirador cartagenero.
Por su parte, la residencia de Sor Francisca Armendáriz se encuentra en estos momentos al 98% de su capacidad. "Hemos dejado ese único 2% por si hubiera algún caso covid que requiriese cuarentena", explicaba a Murcia Plaza María José Peñalver, directora de Micampus Cartagena, quien destaca la gran aceptación que ha tenido la misma entre los estudiantes que vienen a Cartagena a cursar sus estudios.
El nuevo centro, inaugurado el pasado mes de septiembre, cuenta con 239 habitaciones, la gran mayoría individuales. La residencia cuenta con un amplio gimnasio, salas de estudio individuales y conjuntas, incluyendo zonas de trabajo.
El nuevo centro dispone de sensores inteligentes en ventanas, para detener la climatización en el momento que se abran y también goza de sensores volumétricos dentro de las habitaciones para evitar consumos innecesarios, además de la eliminación definitiva de las llaves para abrir las habitaciones, que se puede hacer con el móvil.