MURCIA (EP). La cuenca del Río Segura podría enfrentarse a un escenario de sequía si no llueve antes del final del año hidrológico, es decir, antes de septiembre. Eso conlleva que la Confederación Hidrográfica del Segura solo pueda asegurar tener reservas suficientes de agua para regadío y para consumo humano hasta entonces.
Así se extrae de los datos del agua embalsada en los pantanos de la cuenca, que ahora mismo se encuentra en 317 hectómetros cúbicos.
Pese a la situación, el presidente de la CHS, Mario Urrea, ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad respecto a esta cuestión: "Con esta cifra esperamos poder atender las demandas tanto de los usuarios de los recursos propios de la cuenca del Segura como de aquellos usuarios, tanto de abastecimiento como de regadío del trasvase Tajo-Segura, en principio sin incidencias", ha indicado.
Urrea ha recordado que los indicadores contemplados en el Plan Especial de Sequía han estado en los últimos meses en situación de prealerta, y ha afirmado que la previsión es que en septiembre "empeoren" y pasen a la situación de alerta, lo que, según sus palabras, "no quiere decir que se vaya a producir ningún tipo de restricciones puesto que no se dan las condiciones que fija el Plan".
Por ello, ha querido enviar un "mensaje de tranquilidad" en tanto que este año hidrológico se van a poder atender las demandas de abastecimiento "sin ningún problema" y, "en principio, también las de regadíos".
No obstante, en este punto ha señalado que algunas comunidades de regantes, fundamentalmente asociadas al trasvase Tajo-Segura y derivadas de unas pequeñas dotaciones concedidas en su día, "sí están teniendo problemas de suministro".
Asimismo, Urrea ha avanzado que será durante los meses de octubre y noviembre cuando, de no producirse las habituales lluvias del inicio del otoño, "nos veríamos en una situación muchísimo más precaria y potencialmente con una posibilidad de declarar un escenario de sequía a finales de año".