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rock con electrónica envolvente

El Agente Naranja regresa diez años después de su último disco con 'Impermanencia'

17/10/2024 - 

MURCIA. Creo que el único disco que me ha acompañado de forma constante y repetitiva ha sido Marathon de El Agente Naranja, un disco que tiene ya diez años y que supuso la cúspide compositiva de la banda valenciana. No hay semana que no escuche alguna canción, quizás Charla o Sufrimiento son las que más reescucho, siempre hay algo que me conmueve por dentro, que me eleva y me sacar alguna emoción. El año pasado lo reeditaron y ahora, por fin, publican nuevo trabajo, y es que lo bueno tarda en macerar, en reposar y en renacer. El Agente Naranja editará a finales de mes Impermanencia, un álbum donde han dado rienda suelta a su faceta más electrónica, algo que ya comenzaron a introducir en sus anteriores trabajos. Con canciones de largo minutaje, Impermanencia es un disco para paladares sibaritas, para gente dispuesta a dejarse llevar por el tiempo y envolverse por el sonido. Hacía diez años que no entrevistaba a Vicente Santiago, vocalista y letrista de la formación, y es como si hubiera hablado con él ayer mismo.

En las navidades de 1997, y casi como regalo de Santa, El Agente Naranja se forma, aunque Vicente llega un poco más tarde, por las casualidades del destino, por estar en el lugar adecuado. “Ellos ya ensayaban. Yo conocía al bajista, ellos se conocían del instituto. Yo veraneaba con el bajista en La Pobla de Farnals”, comenta. “El cantante de ellos se fue y yo iba por allí, y a veces pegaba gritos (ríe) ellos ya ensayaban en València. Ensayaban en La Fonteta, en una casa que se caía cachos, ya no existe la caseta. Y yo iba allí a pegar unos berridos y jugar a la Play, y ahí surgió todo; yo ya tocaba, ellos iban aprendiendo cada uno a gritar y así surgió todo y rápidamente ya grabamos”

En la charla aparecen algunos nombres, a tenor del tema de los berridos y también de los susurros, Chino Moreno de Deftones parece una referencia clara, pero también Jota de Los Planetas. “Me resulta que con lo que ha conseguido es original a raudales, porque esa manera es muy suya, muy particular, me parece bárbara, como Lagartija Nick, son referentes que dices, no sabes muy bien cómo lo hacen pero queda una impronta muy original que en cuanto la escuchas ya sabes que son ellos”, señala.

Como ya había comentado el vocalista, al poco de entrar en el combo graban su primer disco, de título, Error. “El disco se llamó Error porque sabíamos que era un error sacarlo, a partir de ahí imagínate el resto, era lo que teníamos que sacar en aquel momento, no sabíamos ni lo que era masterizar, pero había que hacerlo” Aunque no tuvieron apoyo al principio, sí les echaron una mano en la distribución. “Nos apoyó Manolo Rock, Subterráneo Records. En aquella época nos apoyó en lo que era el disco porque ya queríamos sacarlo. Teníamos que regalar las cintas a todo el mundo y dejábamos cintas en las tiendas con alguna canción ya de ese disco, y luego ya editamos el disco y bueno, tuvimos un apoyo normal”

A principios del siglo Internet estaba prácticamente en pañales, pero el mercado del disco había llegado a casi todos los hogares, la mayoría de gente tenía un reproductor y eso hizo que algunas revistas, apoyadas por las distribuidoras, regalaran en el interior de sus páginas discos recopilatorios de algunas bandas de forma promocional. Además, las Tiendas Tipo, una cadena de tiendas de música y ropa muy populares, editaban unos discos con cinco cedés y cien canciones de diferentes bandas. Aparecer en esos recopilatorios, que gozaban de gran popularidad, podía ser un gran escaparate. El Agente Naranja también estuvo en esos recopilatorios.

“Eso al final fue los propios medio que les gustaba lo que hacíamos y nos pusieron en (la revista) Rock Zone. En Mondosonoro no hacíamos recopilatorio pero salíamos bastante. Salimos en los 100 de Tipo, que se vendía una barbaridad. Tocábamos en las Tienda Tipo de Madrid. Nos llevaron a una tienda allí en Madrid, y ahí tocabas en directo y creo que llegó a vernos la de chica de Dover y todo (risas) Y así era la promoción, era más agotadora”, reconoce.

El Agente Naranja, aunque ellos nunca lo reconozcan, son una banda de culto. Su música suele disfrutar de buenas críticas y su número de fans es muy consistente. Quizás con mayor promoción hubiera alcanzando a más público. “Le gustábamos más a la industria musical, a la prensa, que llegar realmente a un gran público, hemos sido underground del underground, y tan a gusto, cuando había que hacer más, no nos hemos querido agobiar. Cuando veías que los grupos de alrededor nuestro, que estaban cogiendo un nivel, que ya les estaba quitando un tiempo, nosotros ahí levantamos un poco el pie, igual por nuestra propia salud mental o amistosa, no sé porque nunca nos agobiamos con eso, y a día de hoy seguimos juntos, a veces es mejor mantener la amistad que el metal”, sentencia.

Tras Error publican, esta vez con el sello Lengua Armada, el epé Sonda. Y con su segundo larga duración llegan a lo más alto, Positiva era un disco realmente bueno, de los que lanzan a una banda a la fama. “Sí, el Positiva fue realmente el punto más alto donde teníamos que estar y desde dónde mirar hacia dónde ir”, reconoce. “Fue donde decidimos qué teníamos que hacer con nuestra carrera sin decidirlo. Sin hablarlo, porque nosotros vamos, ensayamos y no nos preocupamos por el tiempo, ni la hora, ni si le va a gustar a la gente más o menos”, comenta.

Temas como Mentiras de Papel te pueden dejar noqueado. Positiva era un álbum que lo tenía todo, incluida gira con Hoobastank, grupo que había vendido más de dos millones y medio de discos de su trabajo, The Reason, hoy en día cifras interestelares e imposibles de reproducir.  “El disco quedó redondo desde el aspecto de que nos colocó en el mapa, hicimos muchísimos conciertos y ya nos dejó preparados para el Jouer que fue todo lo contrario (risas). Hoobastank tocaron en Madrid y Barcelona”, ¿y con esa gira llegasteis a más público? “No, no, es que nunca es nuestro público (risas)”, reconoce.

Es una lástima que Jouer no tuviera la repercusión de su anterior trabajo. Es un disco mucho más potente y crudo, básicamente porque estuvo grabado en directo. “Con los años decimos, estuve escuchando Jouer y es flipante, como si no fuera de nuestro grupo, es algo que nos pasa bastante (risas)”. Da la sensación que es el disco más olvidado, o que menos recuerda la gente de la carrera de los valencianos. “Es un disco que se quedó ahí, por falta de promo. El cambio era tan grande de Positiva, y era directo, tocábamos todos juntos, el sonido era más más crudo, entonces yo creo que igual la gente estaba esperando Positiva 2 pero le pusieron otra cosa”. Esa es la clave del artista, no quedarse detenido en lo esperable. “El cuerpo te pide siempre, por lo menos a los otros, te pide marcha. Te pide innovar, buscar, apretarte. Si no, seguiríamos haciendo ahora eso y sería raro”.

En 2013 llega Marathon, cuatro años después de su anterior elepé, algo que será habitual en el combo: las largas esperas entre discos.  Y a pesar de ser un gran trabajo, mucho público no se enteró de su existencia. “Nos peca la tecnología, a mí sobre todo. Me refiero al tema de los nuevos sistemas de comunicación con la gente, a las redes sociales, las perdemos, no tenemos continuidad en todo lo que ahora se impone, en esa época teníamos que haber hecho más cosas pero el disco queda ahí”.

No soy el único que tiene aquel redondo en su altar personal. “Marathon para mí es el disco favorito, también por la época que estaba viviendo yo personalmente, es un disco que nos sigue gustando tocarlo, no cansa, un disco que lo disfrutamos, en un directo que hicimos, estuvo bien, la gente lo disfrutó, engancha a la gente, te agradecen la existencia del disco, que eso ya de por sí es lo mismo que si te lo dicen dos personas, yo ya estoy satisfecho. Si has cambiado a alguien, dices, ya está, no necesitas más”, expresa con cariño a través del teléfono.

Aunque no era necesario a nivel de producción, sí que había una cuenta pendiente con aquel álbum, como si hubiera que volver tras sus huellas para relanzarlo, colocarlo en el lugar que se merece. En 2023 publican una remasterización, algo que era necesario. “Sí, para mí sí. Yo no hice lo que debía haber hecho con ese disco. También estaba yo de bajo ánimo en general, entonces tampoco me apetecía. Entonces sí que se fue olvidando el disco conforme lo iba olvidando yo mismo. Aunque lo seguíamos ensayando, era como tu secreto”, recuerda.

Centrándonos en Impermanencia, su último trabajo, han intensificado la electrónica con una capa más de un sonido algo oscuro, invernal. “Sí, pero porque en eso, Kike Suay, es como uno más casi del grupo, en ese aspecto le encanta nuestro grupo, y la manera que tiene de hacer electrónica encajaba tan bien con nosotros porque es oscura. Era casi como una fusión natural”, relata. “Sale después de muchísimo trabajo, sobre todo de él, de encajar ahí las piezas para que el disco vaya a ser 60 minutos de un tirón, que eso yo creo que ya ni se hace (risas) La gente no pierde en el tiempo en juntar dos canciones”.

Impermanencia contiene canciones largar, progresivas, con introducciones envolventes. “A nivel promocional, nos dimos cuenta de que la gente, lo primero que nos dice es que: 'uf, cómo le cuesta empezar a la canción'. Son cosas que tenemos que lidiar con ello. La gente no quiere perder el tiempo en escuchar cinco minutos de intro, porque está muy ocupada”.

Ha tardado en salir, pandemia mediante y una de las ideas del grupo, que puede parecer alocada, era la de publicar el disco en una única pista, al estilo del disco de Extremoduro, Pedrà. “Se llegó a hablar de dos versiones, pero ahí mi grupo me ganó a mí porque yo ya estaba cansado, pero me ganaron y me dijeron esto va así, a bloque. La primera idea de ellos era solo subir una pista y ya, al final, entre la cordura y ya la locura total, se quedó así, que creo que está bien. íbamos a subir solo los 60 minutos de golpe”, señala.

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