Es necesario felicitar a todos los partidos políticos por el acierto de acordar concretar y aprobar en un plazo máximo de seis meses aprobar un ‘Plan para la recuperación socioeconómica de la Región’, al PSOE por el acierto de su propuesta en la Asamblea Regional de poner en marcha la comisión para elaborar el Plan, así como al resto de los partidos que, con sus aportaciones al final, han alcanzado el acuerdo para su realización, una decisión que es además de oportuna totalmente necesaria.
Este acuerdo conllevará necesariamente muchas renuncias para poner en común el acuerdo, un compromiso de colaboración que saque a esta región de los puestos de cola en que nos encontrábamos, mucho antes de la llegada de esta terrible crisis en que estamos inmersos, y que ha sido consecuencia, entre otros, de su propia estructura productiva, que es a su vez, consecuencia del continuo retraso en la disponibilidad de las infraestructuras de comunicaciones, de la falta de agua y de la insuficiente financiación.
La población de la Región al primero de enero de 2020 supone el 3,18% del total nacional, y (con los últimos datos disponibles de 2018) la aportación al total del PIB nacional es del 2,59%, el PIB por habitante en la región es de 21.134 euros y la media nacional de 25.854 euros, lo que la sitúa en el 81,74% de la media nacional, la tasa de paro es del 16,08% y la media nacional del 13,78% y la productividad VAB/empleo total, es de 50.821 euros por ocupado y la media nacional de 60.666 euros, lo que la sitúa en el 83,80% de la media nacional.
En Renta Disponible Bruta de los Hogares, la Región se sitúa en el 81,30% de la media nacional, en los ingresos medios netos anuales por persona (menos impuestos y cotizaciones sociales) se sitúa en el 78,58% de la media nacional. La estructura productiva regional esta conformada por la Agricultura que aporta al total del VAB regional el 5,66% (2.89% a nivel nacional) casi el doble de la media nacional, la Industria el 20,14% (17,72%) 2,4 puntos por encima de la media nacional, la Construcción el 6,79% (6,50%) igual que la media nacional y los Servicios el 67,41 (72,89%) 5,5 puntos por debajo de la media nacional.
El sector de los Servicios esta conformado por servicios a la venta y por los servicios públicos, en el año 2018 el porcentaje del VAB que suponen los servicios públicos en la Región es del 20,17%, 2,15 puntos por encima de la media nacional del 18,02%. En los servicios a la venta las mayores diferencias se observan en algo fundamental para el futuro las actividades profesionales, científicas y técnicas, que en la Región aportan el 5,53% y la media nacional es del 8,40%, anexo el cuadro de la situación de la Región en los dos últimos años disponibles 2017 y 2018.
Por ello la importancia para nuestro futuro que tiene el compromiso contraído en la Asamblea, de que en seis meses estará concluido un Plan para la transformación de esta Región, y es necesario aplaudirlo y apoyarlo, para que finalmente sea una realidad, más de 100.000 personas buscan un empleo, y poner en marcha un Plan para la transformación de la Región que pueda darles respuesta es una necesidad. El futuro podríamos decir que comienza con este acuerdo, que ha de hacerse realidad con un Plan que responda a los intereses generales de la Región, porque se necesita un nuevo viento que deje, como dicen en la huerta, el cielo ‘despejao’.
El libro ‘Infraestructuras y Crecimiento Económico, de la Fundación para el Análisis y Estudios Sociales' en su colección Papeles de la Fundación, escrito por diversos autores ampliamente conocedores del tema, recoge en su pagina 10 “Como la historia ha demostrado, una buena infraestructura eleva la productividad y reduce los costes de producción al mismo tiempo que favorece su diversificación, expansiona el comercio y reduce el desempleo. Las infraestructuras estimulan la inversión privada y la acumulación de capital y fomentan y facilitan el desarrollo y el crecimiento de las regiones menos favorecidas”.
Alcanzar un acuerdo que de respuesta a los problemas sociales y económicos producidos por esta profunda crisis sanitaria de consecuencias aún impredecibles es fundamental, pero este acuerdo ha de llegar mas allá y afrontar las medidas necesarias para la transformación de la estructura productiva regional, concretando un Plan de Desarrollo Regional, que integre programas específicos para atraer talento e inversiones para impulsar el desarrollo, para la atracción de actividades intensivas en conocimiento con alto valor añadido, para impulsar su desarrollo turístico, a la vez que es absolutamente necesario.
Un acuerdo que incluya a sindicatos y empresarios (Croem), que concrete objetivos, recursos y plazos para su ejecución y el compromiso fundamental, de todos, de alcanzar los acuerdos necesarios con el Gobierno de España para la realización de las infraestructuras pendientes: nuevo puerto para contenedores de El Gorguel, la conexión ferroviaria desdoblada y electrificada para pasajeros a 250 km/h y para mercancías, entre Cartagena, Murcia, Cieza, Albacete para continuar hacia Madrid, la continuidad del corredor ferroviario para mercancías del Mediterráneo paralelo a la A-7, para a la altura de Santomera bifurcarse hacia Cartagena y seguir hacia el norte de Murcia donde conecta con el corredor con Albacete y continua hacia Lorca donde se divide hacia Almería y hacia Granada (recuperando el corredor con Andalucía), así como acelerar la llegada del AVE a Cartagena y Lorca e impulsar el Aeropuerto internacional como referente de la Región en el exterior, un programa que incluya la realización en el tiempo de los viarios aún pendientes de realizar y o concluir.
Ángel Martínez, empresario, fue presidente del Consejo de Cámaras de Comercio de la Región de Murcia