MURCIA. La Federación Regional de Empresarios de Hostelería y Turismo Región de Murcia (HoyTú) estima que, desde que empezó la pandemia, han cerrado casi el 30% de los establecimientos de ocio nocturno murcianos. "Eso supone 150 empresas cerradas y unos 800 trabajadores sin empleo", resume Jesús Jiménez, presidente de la patronal, que recuerda que estos establecimientos han estado muchos meses cerrados por las autoridades y actualmente tienen restringida la apertura de sus espacios interiores.
Un sector que a principios de 2020 contaba en la Región de Murcia con 500 establecimientos entre bares especiales, salas de conciertos, discotecas y karaokes, dando empleo a unas 2.800 personas y generando unas ventas anuales de unos 100 millones de euros. Pero desde que en marzo del pasado año se declarara la pandemia en España este sector ha visto desaparecer un 80% de sus ventas, lo que se ha traducido en la pérdida de unos 110 millones de euros.
Por ello, los empresarios del ocio nocturno murciano muestran su desesperación. "Estamos desahuciados si no cambia algo. Se debe revisar la normativa para levantarnos las restricciones ya o estamos abocados todos al cierre", resalta Pedro Alarcón, presidente de la Asociación de Discotecas de la Región de Murcia integrada en HOYTÚ. En esa línea, desde la patronal además se reclama un tercer plan de ayuda para este sector en exclusiva, que es el único que mantiene la restricción de cierre.
Un sector que reclama trabajar con las mismas medidas que el resto de establecimientos de hostelería y cuyos empresarios comenzarán a realizar acciones a pie de calle el martes 7 de septiembre, al igual que otras comunidades como Cataluña. "Tienen que oírnos, entendernos y hacer algo por nosotros. Es totalmente absurdo e injusto que el interior de nuestros locales siga cerrado después de dos meses, cuando otros compañeros sí pueden desarrollar su actividad en estos espacios", se queja Alarcón.
"Entendemos la desesperación de los empresarios y que la actitud del Gobierno regional les haya llevado a tener que movilizarse", indica Jiménez, que recuerda que los datos de contagio han demostrado que el cierre de estos negocios no era la solución.