TIEMPO PARA LA REFLEXIÓN / OPINIÓN

Educación, formación profesional y universitaria

26/07/2020 - 

MURCIA. Según muchos de los estudiosos, una de las principales razones de las desigualdades entre los territorios ha sido el nivel de educación y formación a lo largo del tiempo. La necesidad de una Ley de Educación que perviva a los cambios de Gobierno y por tanto tenga continuidad en el tiempo es absolutamente urgente y prioritaria, y evitar los continuos cambios que se producen cada vez que cambia el Gobierno de España. La necesidad de un gran acuerdo nacional en este fundamental tema para el presente y el futuro es de absoluta prioridad.

Los cambios se están produciendo con tanta rapidez hacia la digitalización y el desarrollo de las nuevas tecnologías, reafirman la urgente necesidad de que todos los alumnos dispongan de un ordenador o tablet, y de un profesorado formado permanentemente para esta nueva situación. Nos enfrentamos a una nueva realidad con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, la digitalización. Por lo que es preciso adecuar los centros de educación y formación profesional y las universidades a esta nueva realidad.

El conocimiento se conforma, ahora más que nunca, en el motor del desarrollo social y económico de las personas y de los territorios. El futuro hay construirlo hoy, a través de los centros de educación y de la formación profesional, así como de las universidades. Es necesario un gran acuerdo nacional y regional para que dichos planes puedan dar respuesta a esta nueva realidad.

Necesitamos de una nueva manera de pensar y de hacer para desarrollar todo el potencial del conocimiento de nuestros hijos, a la vez que un plan de formación de profesores que responda a esta nueva realidad y que sus honorarios sean la respuesta a su capacidad de hacerlos llegar hasta los alumnos, una nueva formación en el que la interacción aula empresa sea una obligación conjunta, si queremos formar los nuevos profesionales que se demandan para esta nueva realidad de la industria 4.0.

Impulsar un cambio en el paradigma de las ciudades y de la economía a través del desarrollo de las nuevas tecnologías en la nueva realidad que se está conformando es absolutamente prioritario, no sólo para reactivar la economía, sino para construir ahora el futuro de nuestros hijos en actividades que son cada vez más el motor del desarrollo económico y social: el 'real estate', la industria digital, el 'e-commerce' y la digitalización entre otras nuevas TIC, así como avanzar hacia la economía circular, la sostenibilidad medioambiental, y la energía 'verde'.

Es necesario que asumamos que desde la escuela, se contribuya al desarrollo del conocimiento facilitando a cada uno de los alumnos los medios necesarios para despertar su interés hacia las nuevas tecnologías de la Información, la comunicación, la digitalización, la inteligencia emocional y artificial, IoT y 'big data', el 5G, el desarrollo sostenible (ODS), la ciberseguridad, y la industria 4.0, generando nuevas oportunidades y sinergias entre los sectores de la logística y el inmobiliario.

La colaboración de las universidades, centros de formación profesional y las empresas para atraer talento y avanzar en el desarrollo de la innovación es fundamental para anticipar las tendencias en las que evoluciona cada sector, lo que permitirá reforzar las ventajas competitivas de empresas y territorios, formando profesionales que se adelanten con sus propuestas a la nueva realidad que se esta conformando y se avanzará hacia nuevas zonas económicas.

Es necesario que las administraciones públicas impulsen con los medios necesarios una profunda transformación de la educación y la formación profesional hacia la digitalización total en la escuela, y se necesitan recursos y motivación en alumnos y profesorado, una nueva realidad que no sólo es responsabilidad de familias, de profesores y alumnos, sino que fundamentalmente de las administraciones públicas.

Por su parte las universidades y las ciudades han de jugar un papel decisivo en la atracción del talento, poniendo a su disposición todas las ventajas que pueden ofrecer, y las ciudades: historia, riqueza cultural, arquitectónica y artística, comercial y lúdica, activando su capacidad de atracción con una mayor implicación en el desarrollo de las nuevas tecnologías en su gestión.