MURCIA (EFE). La dana que devastó gran parte de la provincia de Valencia cumple dos meses este domingo, en medio de unas Navidades tristes para miles de personas y con la tercera manifestación para pedir la dimisión del president de la Generalitat, Carlos Mazón, por su gestión de la tragedia.
Han sido 61 días en los que no han parado los trabajos para intentar devolver una normalidad todavía lejana a los 78 municipios afectados por las riadas, donde aún quedan garajes llenos de lodo, decenas de miles de coches destrozados amontonados en campas, casas por reconstruir y comercios por reabrir.
La Navidad de 2024 ha tenido poco de celebración en los miles de hogares afectados por las inundaciones del 29 de octubre (en esas zonas viven más de 845.000 personas), especialmente para las familias de las 223 personas fallecidas, de las 3 que todavía se buscan y del operario que falleció en unas labores de limpieza en noviembre.
Pendiente aún de celebrar un funeral oficial por las víctimas -el 9 de diciembre hubo uno organizado por el Arzobispado de Valencia, al que acudieron los reyes-, miles de profesionales y voluntarios siguen limpiando barro en las localidades afectadas, donde varias ONG como World Central Kitchen aún reparten comida caliente, tras haber distribuido más de 5 millones de raciones.
En cuanto a la reconstrucción, el Gobierno de España sostiene que lleva movilizados 16.600 millones de euros, que incluyen más de 900 millones en ayudas directas abonados, mientras que la Generalitat afirma que lleva movilizados 1.324 millones, que incluyen 854 de ayudas a fondo perdido pagadas, y acusa al Gobierno central de dar ayudas a devolver y con intereses, lo que este niega.
Uno de los principales problemas que hay que atender dos meses después de la catástrofe que afectó a una superficie de más de 560 kilómetros cuadrados es el de las campas donde se apilaron decenas de miles de coches arrastrados por el agua y allí siguen, pese a que muchas están cerca de núcleos urbanos y ha habido dos incendios.
Además de los vehículos dañados por la barrancada -se calcula que son más de 128.000-, se han retirado en estas ocho semanas más de 400.000 toneladas de enseres que han quedado inservibles por el agua.
El otro problema que se está atendiendo de forma prioritaria es la retirada de lodo de casi 900 garajes y sótanos, que se ha ejecutado ya en un 78 % según los últimos de la Generalitat, en muchos de los cuales se ha utilizado un producto espesante para facilitar su extracción, muy necesaria para las personas con movilidad reducida que en aún no han podido salir de sus casas.
A las seis de la tarde de este domingo una nueva manifestación recorrerá las calles del centro de la ciudad de València, otra vez con el lema de 'Mazón dimisión'. Es la tercera tras la del 9 de noviembre, que reunió a 130.000 personas, y la del 30 de noviembre, con casi 100.000, según los datos que aportó la Delegación del Gobierno.
La organizan de nuevo medio centenar de organizaciones cívicas, sociales y de izquierda que exigen que se depuren responsabilidades por la "nefasta gestión antes, durante y después" de la dana del president de la Generalitat, quien esta semana ha dado una nueva versión de la comida que mantuvo el 29 de octubre.
Así, tras haber pedido el PSPV-PSOE la factura de la comida que Mazón mantuvo ese día en el restaurante El Ventorro, según la anterior versión de la Generalitat para ofrecerle la dirección de la radiotelevisión valenciana a una periodista, la respuesta parlamentaria de Presidencia ha sido ahora que acudió en calidad de líder del PP valenciano y no tienen copia.
Mazón remodeló hace un mes su Consell, para crear una vicepresidencia de la Recuperación, al frente de la cual puso a un teniente general retirado, y una Conselleria de Emergencias, y ha reclamado una auditoría independiente de los medios de prevención de inundaciones de la Confederación Hidrográfica del Júcar.
En el ámbito judicial, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana acaba de inadmitir siete querellas y denuncias presentadas contra Mazón por su gestión de la tragedia, en una resolución en la que afirma que los impulsores pueden recurrir si lo desean a los juzgados de instrucción.
Son todavía pocos los comercios que han conseguido reabrir -más de 54.000 empresas resultaron afectadas- estas ocho semanas, en las que se han reconstruido kilómetros de carreteras y de vías de tren y metro, y en los que han podido retomar las clases los 48.000 alumnos damnificados, aunque más de 24.000 han tenido que ser reubicados.
La reconstrucción emocional de quienes vieron volteada su vida hace dos meses por la fuerza del agua es otra cuestión pendiente en esta Navidad diferente, que a su manera está presente en detalles como el eucalipto que resistió en el barranco del Poyo en Paiporta y ha sido transformado en árbol navideño o el reparto solidario de juguetes y regalos, especialmente para los más pequeños.