MURCIA (MP). Cada 19 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Salud del Hombre con el objetivo de concienciar sobre temas de salud específicos que les afectan y fomentar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades y trastornos en esta población.
Uno de estos aspectos es la salud sexual masculina y reproductiva referido al bienestar sexual, psicológico y físico de los hombres. El doctor Bartolomé Lloret, urólogo del Hospital Vithas Medimar, explica que “la salud sexual se basa en pilares fundamentales como prevenir, detectar y tratar las enfermedades de transmisión sexual; evitar embarazos indeseados; conseguir y mantener una erección adecuada que permita una relación sexual satisfactoria y entender la sexualidad como un pilar fundamental para conseguir la madurez como persona”.
Para el doctor Nelson Díez, urólogo del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, “por supuesto en innumerables consultas se habla sobre la salud prostática, cómo están orinando, el tamaño de su próstata y sus niveles de PSA. Sin embargo, últimamente existe un repunte de consultas relacionadas con enfermedades de transmisión sexual (ETS) y hábitos sexuales. A otro porcentaje de hombres les preocupa sus tiempos de eyaculación ya que muchos piensan que tienen eyaculación precoz y no la tienen y otros aun teniendo adecuadas erecciones quieren mejorarlas. Incluso algunos hombres quieren mejorar el aspecto de sus genitales”.
Las disfunciones que afectan a la esfera sexual masculina son muy frecuentes. Entre ellas está la eyaculación precoz persistente. “A diferencia de la disfunción eréctil, la eyaculación precoz se produce en todas las edades. Se caracteriza por la falta de control de la eyaculación que se acompaña del sentimiento de angustia y frustración. Muchos pacientes desconocen que hay tratamiento y no llegan a consultar con el urólogo”, comenta la doctora Ariana Álvarez, uróloga de Vithas Valencia Consuelo.
La disminución del deseo sexual es también una alteración de esfera sexual muy habitual en hombres y en mujeres especialmente a partir de ciertas edades. “Estos pacientes deben acudir a un profesional donde se realizará un estudio diagnóstico, se descartarán patologías que puedan causar dicha disminución del deseo sexual y si fuera necesario se darán la recomendaciones o tratamiento con el objetivo de normalizar el deseo sexual”, subraya la profesional.
Más de la mitad de los pacientes que consultan por alteraciones sexuales lo hacen generalmente por disfunción eréctil. Se puede producir a cualquier edad, pero es más frecuente a partir de los 40 años. Es en la consulta del urólogo donde se debe descartar patologías que puedan causar esta disfunción eréctil y buscar un tratamiento individualizado a las necesidades de cada paciente.
El doctor José Manuel Osca, urólogo del Hospital Vithas Aguas Vivas, explica que “la disfunción eréctil puede deberse a causas orgánicas, causas psicógenas o causas mixtas. El diagnóstico de las posibles causas es básico para plantear un tratamiento adecuado de la disfunción”. Algunas de las causas orgánicas son enfermedades crónicas muy comunes como la hipertensión, diabetes mellitus, dislipemia, enfermedad de Parkinson o ansiedad-depresión que pueden desencadenan en el problema de erección. “Por ello, -comenta el doctor Osca-, es fundamental el diagnóstico adecuado y el tratamiento correcto, ya que el control de dichas enfermedades, añadido a un tratamiento específico de la disfunción retrasará la evolución y facilitará la recuperación de la función sexual en dichos pacientes”.
Los hombres pueden presentar diversas alteraciones peneanas que influyen en la capacidad para mantener relaciones sexuales. Tal como comenta el doctor Daniel Gallego, urólogo de Vithas Castellón “una de ellas es la postitis/fimosis, definida como la existencia de una inflamación o bien un estrechamiento en la piel del prepucio que dificulta de forma considerable la retracción de este y genera dolor durante el coito. Es muy frecuente en el paciente diabético, aunque puede aparecer en cualquier hombre. Lo más habitual es que se diagnostique en edades tempranas (adolescencia) y que requiera de tratamiento quirúrgico (circuncisión) ya que los tratamientos tópicos contienen la inflamación pero no resuelven el problema”
Otra alteración es el frenillo prepucial corto, escasa longitud de la piel que une el glande al prepucio, y que genera dolor a la retracción prepucial durante el coito. “A diferencia de la fimosis, el dolor está localizado en la parte central y distal del pene y no toda la circunferencia del mismo. Su tratamiento también es quirúrgico mediante anestesia local con una sencilla cirugía”, comenta el especialista quien subraya también la inculcación de pene/enfermedad de Peyronie. Un trastorno que afecta a los cuerpos cavernosos (zona del pene que se rellena de sangre durante la erección) consistente en una zona fibrosa que genera una curva pensaba durante la erección que dificulta y/o impide el coito por dolor, en ocasiones asocia disfunción eréctil. “Es adecuado el tratamiento mediante vitamina E oral, cuando cesa el dolor a la erección, si persiste la curva, el tratamiento ideal es quirúrgico mediante una técnica llamada “16 puntos “, que permite una corrección completa de la curva sin acortamiento peneano (algo que ocurre con otras técnicas)”, concluye.