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oncología

Diseñan una herramienta de formación para reducir la ansiedad en los pacientes a los que se les diagnostica cáncer

4/02/2022 - 

MURCIA (EUROPA PRESS). Oncólogos españoles han diseñado una herramienta de formación que, según han podido constatar los profesionales médicos que han participado en este proyecto, ayuda a reducir la ansiedad y la depresión de sus pacientes durante el diagnóstico y mientras afrontan la enfermedad.

Lo han conseguido a través de la puesta en marcha de la herramienta denominada Com-Bien, desarrollada con el patrocinio de la Fundación Viatris. Y que ha sido validada ya simultáneamente en cinco hospitales: Clínico San Carlos, 12 de Octubre, Getafe, Fuenlabrada y Severo Ochoa de Leganés.

En España "la formación sobre cómo se deben comunicar malas noticias es aún muy escasa, y eso, pese al unánime consenso internacional acerca de la importancia que tiene la comunicación médico-paciente", ha señalado en rueda de prensa María Ángeles Pérez, jefe de Sección del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital 12 de Octubre de Madrid.

A su juicio, "comunicar adecuadamente requiere un planteamiento estructurado, un espacio y un tiempo oportunos, y herramientas comunicativas específicas que el médico debe dominar. Si no se dan estas circunstancias, puede ocurrir que se minimice la información que se le da al paciente o, incluso, que acabe postergándose, ofreciéndosela solo cuando el enfermo se encuentra ya en el siguiente nivel asistencial".

El 'Proyecto Com-Bien' perseguía 3 objetivos fundamentales: evaluar si el paciente estaba satisfecho de cómo su oncólogo le había comunicado su diagnóstico; medir el impacto emocional que puede tener una adecuada comunicación y su efecto en la forma de afrontar la enfermedad; y analizar el nivel de ansiedad de los propios médicos cuando tienen que dar a sus pacientes una información difícil, y si su ansiedad disminuía cuando los profesionales recibían una formación específica previa.

Para ello el proyecto ofreció sesiones de formación de 3 horas de duración, que tuvieron lugar en cada uno de los cinco hospitales, y en las que participaron un total de 48 oncólogos. En ellas se les entrenó para comunicar malas noticias de manera emocionalmente adecuada. Además, se evaluaron 93 pacientes a quienes esos médicos habían tenido que comunicar un diagnóstico de cáncer, comparando los efectos de su comunicación antes de recibir el entrenamiento y después de haber sido formados.

La segunda parte de la evaluación se realizó durante la pandemia, por lo que hubo que aplazar temporalmente el estudio. "Nos quedamos muy sorprendidos, ya que, pese a la situación tan compleja por la que estábamos atravesando, este programa de formación conseguía un impacto importante en la comunicación con los pacientes", señala.

La promotora y titular exclusivo de la herramienta Com-Bien es la Fundación Viatris, quien ha invertido valiosos conocimientos propios, experiencia, creatividad y considerables esfuerzos para ello. Además de auspiciar, promover y financiar su desarrollo de forma desinteresada, la Fundación tiene trabajando desde hace varios años para que se puedan incorporar mejoras significativas en la atención psicológica de los pacientes con cáncer en España.

Su director, Javier Anitua, ha destacado el trabajo de los especialistas participantes en el proyecto. "De forma heroica y profesionalmente ejemplarizante, nuestros oncólogos estuvieron simultáneamente lidiando con el Covid-19, atendiendo a sus pacientes oncológicos y formándose en comunicación".

"A pesar del sesgo que introducen unas circunstancias tan especiales como las de la pandemia, lograron unos resultados espectacularmente positivos tanto en la salud emocional de sus pacientes como en la propia autoconfianza de los médicos en cuanto al uso de sus habilidades comunicativas", añadido.

Menor impacto emocional

Por lo que atañe a la evaluación realizada sobre los pacientes, el doctor Santos Enrech, jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de Getafe, ha explicado que "tras la formación que recibieron los médicos, detectamos cambios relevantes en el impacto emocional de los pacientes, ya que los niveles de ansiedad en la escala HADS se redujeron a la mitad".

"En esa misma escala, registramos, además, una reducción de más de dos puntos en depresión. Y en general, la satisfacción de los pacientes respecto a la comunicación con sus respectivos oncólogos mejoró 7 puntos tras el programa de formación", ha añadido.

El doctor Enrech también hizo hincapié en que "no solo el impacto emocional fue menor, sino que el afrontamiento de los pacientes a la enfermedad mejoró tras la formación, consiguiéndose mejores puntaciones en espíritu de lucha y disminuyendo el fatalismo que suele acompañar a la enfermedad"

Por otro lado, en lo que se refiere a los oncólogos que participaron en el programa, mostraron alta satisfacción con la formación recibida, puntuando por encima de 8 en una escala de 0 a 10. En los cuestionarios manifestaron que la formación les había enseñado a planificar mejor el abordaje de la comunicación difícil. El proyecto ha permitido verificar y documentar cómo el 100% de los participantes reconocía que, después de la formación, disponía ya de un plan establecido para comunicar malas noticias médicas.

Según el doctor Ignacio Juez, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Universitario de Fuenlabrada, "el estudio pone de manifiesto la necesidad de abrir este proceso a más oncólogos y a otros especialistas de distintos campos que también participan en el diagnóstico con cáncer. Han de saber qué información dar y cómo hacerlo: una noticia mal dada va a marcar mucho al paciente en el resto del tratamiento que le queda por delante".

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