Diputada Campoamor que estás en los cielos

MURCIA. Hoy se cumplen noventa años del derecho al voto de las mujeres en España. Un derecho que hoy nadie cuestiona pero que en las Cortes Generales de 1931 suscitaba muchas dudas, controversias y también preocupación. Las mujeres eran elegibles y solo dos tenían escaño: Victoria Kent y Clara Campoamor.

Para darnos una idea de lo que fueron los debates basta con leer las actas y los diarios de sesiones del Congreso; actas y diarios que muestran también la enorme talla política de Clara Campoamor.  

"Los diarios recogen cómo campoamor tuvo que soportar argumentos sin ningún rigor jurídico, disparates científicos, bromas, chascarrillos…"

La diputada Campoamor tenía cuarenta y tres años y era muy conocida por ser una de las tres abogadas que ejercían en Madrid. Sufragista y republicana, tenía muy claro que los derechos políticos de las mujeres eran inalienables e imprescriptibles. Los diarios recogen cómo tuvo que soportar argumentos sin ningún rigor jurídico, disparates científicos, bromas, chascarrillos, diputados que improvisaban o que mantenían discursos inconsistentes… Ella en todo momento contrapuso rigor argumental, sus convicciones sufragistas y su sólida formación jurídica.

El gran día de la histeria masculina fue el 1 de octubre. El grupo radical-socialista decidió que la otra mujer diputada interviniese como portavoz del anti-sufragismo. Victoria Kent intervino brevemente para explicar su no y terminó así: {... "Creo que el voto femenino debe aplazarse. Lo dice una mujer que, en el momento de decirlo, renuncia a un ideal"...}.  A estas palabras le siguieron aplausos y exclamaciones de "¡muy bien!".

Campoamor intervino de nuevo con argumentos políticos, mantuvo un nivel y un tono que aún resultan ejemplares en el fondo y en la forma  {... "Las mujeres trabajan, estudian, pagan impuestos, sufren –todas- las consecuencias de la legislación que el Parlamento aprueba. La Cámara votada por un solo sexo no es verdaderamente representativa"...}.  La interrumpen de nuevo. Mientras el presidente pedía silencio, los diputados bromeaban: "Son solo dos y no se ponen de acuerdo…".

Campoamor prosigue {… "No es con agresiones y no es con ironías como vais a vencer mi fortaleza"…} y de nuevo reitera que es un debate de principios y de ética  {... "Es un problema de ética, de pura ética reconocer a la mujer, ser humano, todos sus derechos... porque los sexos son iguales, lo son por naturaleza, por derecho, por intelecto..."}.

Noventa años después es de justicia recordar la gran talla intelectual y política de Clara Campoamor, darle reconocimiento y seguir defendiendo nuestros derechos.

Hoy "bruja" es el último insulto dirigido estos días desde los escaños a una diputada durante su intervención. Desconocemos a qué reino de la naturaleza pertenece el homínido no sapiens que lo ha proferido, desconocemos el árbol del que procede (genealógico), pero sabemos que esta especie se retroalimenta del grupo y sabemos cuál es su grupo. Estamos en guardia.

Rosa Peñalver Pérez. 

Docente. Jubilada.