MURCIA. Los castillos son unas construcciones militares que se realizaban en un punto geográfico elegido por su defensa natural (por ejemplo, en lo alto de un cerro). Estas construcciones vieron su época dorada en la Edad Media. Sin embargo, cuando la pólvora apareció en los campos de batalla, estas construcciones cayeron en su función defensiva, y la Revolución industrial acabaría con los castillos como construcciones militares defensivas. Y el municipio de Murcia cuenta con varios destacables y que se han conservado hasta la actualidad.
En esta selección de Murcia Plaza se destacan cinco de los más relevantes:
El castillo de Monteagudo se construye en la época islámica de la ciudad. Sus primeras referencias documentales indican que el castillo existía hacia 1078-1079, cuando fue encarcelado el rey musulmán de Murcia Abderramán Ibn Tahir tras ser destronado por el rey de la taifa de Sevilla Al-Mutamid. Las construcciones del Rey Lobo, como el castillejo de Monteagudo, lo relacionan con el apogeo de la taifa de Murcia y la resistencia frente a los almohades durante la segunda mitad del siglo XII. Tras la incorporación del Reino de Murcia a la Corona de Castilla, Alfonso X usaría este palacio como su residencia murciana y la pertenencia se vinculó a los monarcas castellanos. El castillo de Monteagudo sería la principal fortificación de Castilla frente a Aragón tras la incorporación del valle del Vinalopó y la Vega baja del Segura al Reino de Valencia.
Esta fortificación se encuentra situada a 5 kilómetros al noroeste de Murcia y a unos 10 kilómetros al suroeste de Orihuela. El castillo está enclavado en un impresionante puntal rocoso que se eleva 149 m sobre el nivel del mar, por lo que domina toda la vega circundante, regada por el río Segura. Su estratégica situación y su singular disposición convierten a esta fortaleza en un hito fundamental en el amplio espacio que controla. A los pies del cerro se sitúa, actualmente, el núcleo urbano de la pedanía murciana de Monteagudo, situada en el borde septentrional de la Huerta. A este castillo se llega desde Monteagudo. Desde la pedanía, una carretera en regular estado conduce a los accesos del castillo. Por eso se deja deja el coche en un lugar que esté permitido y al interior del castillo se accede a pie.
El castillo de la Asomada se encuentra en la elevación montañosa del cabezo del Puerto, que se eleva 532 metros sobre el nivel del mar, en sus pies se sitúa el Puerto de la Cadena, uno de los pasos de montaña, que desde tiempos remotos conecta el Campo de Cartagena y la Huerta de Murcia.
Este castillo tiene su origen en el siglo XII, en la época de mayor esplendor de la Taifa de Murcia, quizá en el momento en el que se construyeron otras dos edificaciones de menor entidad asociadas a esta que se encuentran a los pies de este castillo: el Portazgo Inferior y el Portazgo Superior.
La construcción de este castillo respondía la necesidad de control del espacio y de las comunicaciones entre la costa del reino y su interior, ya que el castillo vigila la vía que conecta Cartagena y Murcia. La obra no se terminó, así que podría relacionarse la construcción con el periodo del Rey Lobo y la resistencia contra los almohades.
Los orígenes de este castillo son los más antiguos que vamos a tratar hoy, pues según unas sigilatas que se encuentran en el yacimiento, la ocupación del cerro que hay en la fortificación se encuentra en los siglos II y III. Este castillo parece ser según las investigaciones realizadas sobre sus restos que fue una fortificación bizantina que defendía en torno al Campo de Cartagena, relacionada con poblamientos tardorromanos-visigodos situados en el piedemonte como la Basilica del Llano del Olivar, basilica que a su vez está relacionada con la mítica y misteriosa ciudad de Eio.
Este castillo se encuentra, como su propio nombre indica, en el Cabezo de Torres, a tres kilómetros de la ciudad. Se encuentra dentro del casco urbano rodeado de casas y sobre uno de los tres cerros que rodean la localidad. No hay restos conocidos que nos permitan pensar que hubo una ocupación anterior a la construcción de la torre defensiva. Tampoco tenemos indicios que permitan ver que hubo una ocupación cristiana más allá del siglo XV, aunque todo esto es provisional, sabiendo que la presión urbanística de la zona ha impedido que se investigue mejor el suelo.
Este castillo se encuentra muy cerca de lo que es actualmente la localidad de La Alberca, se encuentra en un lugar estratégico que domina la Huerta de Murcia, en las estribaciones septentrionales de la Cresta del Gallo, controlando, por tanto, buena parte de la Vega Baja del Segura. Está a unos 6 kilómetros del núcleo urbano de Murcia por el sur en dirección al conocido Santuario de la Virgen de la Fuensanta, aunque tomando el desvío hacia el eremitorio de La Luz, muy próximo a la fortificación y en cuyas inmediaciones, en recientes fechas, se ha situado un centro de interpretación del entorno natural y cultural.
Su construcción data de los primeros siglos de la conquista islámica aunque parece que se ocupaba ya desde hace tiempo. La fortaleza se abandonó tras la incorporación del Reino de Murcia a la Corona de Castilla. Las ruinas de este castillo, como resultado de una restauración realizada hace años, son una serie de estructuras defensivas hechas con tapial de argamasa, sobresaliendo un muro enclavado en lo alto del cerro donde se sitúa el castillo.
