MURCIA. ¿Cuántas veces han soñado las últimas generaciones de murcianos con poder darse un baño en el río Segura dentro del término municipal de la capital? Pues será posible. Y es que la primera playa fluvial estará en el Meandro Chico del Vivillo, situado en la zona del río cercana a Rincón de Beniscornia, La Raya y Rincón de Seca.
La última Junta de Gobierno ordinaria de esta legislatura ha acordado encargar a la urbanizadora municipal Urbamusa la asistencia técnica para redactar el proyecto por un importe de 42.460 euros. La intervención incluye la adecuación de los márgenes del río Segura y el vaciado del meandro, generando un ensanchamiento en el cauce que sirva como espacio de regeneración ambiental y zona naturalizada de ocio y disfrute.
Se actuará sobre una superficie total de 81.777 metros cuadrados. Además de regenerar ambientalmente esta zona, se habilitará una zona naturalizada de ocio y disfrute del río, creando la primera playa fluvial del municipio, y se habilitarán cuatro nuevas conexiones desde los caminos al espacio fluvial, aprovechando linderos de parcelas libres. Destaca uno de ellos, que aprovecha el trazado de la Acequia Puxmarina por el carril Fernández Caballero hasta el núcleo urbano de Rincón de Seca. Así lo destaca el Ayuntamiento en su proyecto.
En el antiguo codo del río se generará un ensanchamiento del cauce actual que permita crear las condiciones adecuadas para la aparición de un pequeño soto de ribera. A la vez, este ensanchamiento permitiría el acceso de los ciudadanos al nivel de las aguas.
Igualmente se rebajará una de las motas actuales para que una de las terrazas de inundación del río vuelva a actuar como tal y reconectarla al cauce. Con ello, el espacio ocupado por la mota pasará a ser un suave talud sobre el que se continuará el bosque de galería desde el final del Parque de Orilla de la Raya. Así el parque se extenderá a través de este entorno, integrando el espacio agrícola con el fluvial y sirviendo como itinerario de paso naturalizado y en contacto con el río.
Esta actuación permitirá la creación de un bosque de ribera que supondrá un importante aumento de la biodiversidad, proporcionando un espacio de alta calidad ambiental que también sirva de atractivo.
Así, se revegetarán los suelos públicos aledaños al río para su uso como espacios de ocio y los taludes que delimitan la terraza fluvial. El objetivo será aumentar la resistencia de estos taludes en caso de inundaciones.
El objetivo es recrear el bosque de ribera típico de esta zona con la plantación de árboles como álamos blancos, almeces, sauces, olmos, o higueras, entre otros, y arbustos como lentiscos, acebuches, adelfas y tarays, entre otros. En cuanto a plantas trepadoras, se plantarán madreselvas y como tapizantes, vincas, grama y fenal, además de cañas judías.