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Opinión

Una curiosa teoría

22/04/2024 - 

MURCIA. Una teoría intrigante como ya sabrán, dado que lo he mencionado en varias ocasiones, tengo la costumbre de revisar los textos que he escrito meses atrás, especialmente aquellos que contienen ciertas afirmaciones. Mi objetivo es verificar si las hipótesis, argumentos y tesis eran correctas o si, por el contrario, resultaron ser erróneas.

En el caso de lo último, este ejercicio siempre tiene una consecuencia: analizar por qué no se acertó e intentar corregir los errores para el futuro.

Al repasar algunos de mis artículos y notas de intervenciones en medios de los últimos dos años, observo que, con frecuencia, me refiero al proceso recesivo que previsiblemente iban a sufrir las economías occidentales (especialmente Estados Unidos y los grandes países de la Eurozona) a medida que los tipos de interés se incrementaban.

Sin embargo, ya hace meses que se aprecia que, aunque en Europa sí hay algunos grandes países como Alemania y Francia que están al borde de la recesión técnica, la situación dista de parecer extremadamente grave. Por otro lado, la economía de Estados Unidos avanza mes tras mes, creando cientos de miles de nuevos puestos de trabajo y publicando indicadores que alejan la idea de recesión y crisis, acercándola más a un "aterrizaje suave de la economía" en el peor de los casos.

Yo, que soy un economista ortodoxo de la vieja escuela, reconozco que me he sentido desconcertado y confundido… No me consuela leer y escuchar que no soy el único "despistado".

En los últimos meses he estado leyendo que los altísimos niveles de deuda gubernamental y la gran liquidez inyectada durante años de política monetaria muy laxa, por parte de los bancos centrales, han obrado "el milagro"… y puede ser una buena explicación. Hace unos días llegó a mis manos un artículo que habla sobre una teoría, cuanto menos curiosa y todavía marginal, pero que puede ofrecer una explicación coherente.

Los defensores de dicha teoría se preguntan: ¿Y si son precisamente las subidas de tipos de interés de los dos últimos años las que están impulsando la economía?

Al principio, me pareció una propuesta absurda, pero admito que la curiosidad pudo más y me puse a "devorar" el artículo y a buscar algunas informaciones adicionales al respecto, para intentar entender sus argumentos y conclusiones.

Según su defensor más activo, Kevin Muir, un ex operador de derivados de RBC Capital Markets, que ahora escribe un boletín de inversión llamado The Macro Tourist, algunos indicadores clave de la economía norteamericana como el PIB, el desempleo y las ganancias corporativas, muestran que la expansión ahora es tan fuerte o incluso más fuerte que cuando la Reserva Federal comenzó a subir los tipos a mediados de 2022.

Esto se debe a que el aumento de los tipos de interés de referencia desde el 0% a más del 5%, está proporcionando a los estadounidenses un flujo significativo de ingresos de sus inversiones en bonos y cuentas de ahorro, por primera vez en dos décadas. Ciudadanos y empresas generan más renta y, a su vez, están gastando una parte lo suficientemente grande de esos flujos recién "descubiertos", para impulsar la demanda y fomentar el crecimiento.

Ocurre que, en un ciclo típico de subidas de tipos, el flujo de fondos generados por los intereses de bonos y cuentas bancarias, no sería suficiente para igualar la caída de la demanda de quienes dejan de pedir dinero prestado, que es lo que causa la clásica recesión inducida por la actuación de los bancos centrales y la correspondiente disminución de la inflación. Todo el mundo esperaba que la economía siguiera ese patrón y "se desacelerara precipitadamente"... Pero eso dista de ser lo que ha sucedido.

Kevin Muir y sus seguidores dicen que esta vez es diferente por varios motivos, y el principal de ellos entronca con algo que hemos mencionado líneas atrás: el aumento salvaje de la deuda pública (hoy se sitúa en el doble de lo que era hace una década) ha hecho que el gobierno haya emitido ingentes cantidades de bonos, subscritos por empresas y particulares y que los tipos de interés más altos que ahora está pagando por la deuda, se traduzcan en unos 50.000 millones de dólares adicionales que fluyen a los bolsillos de los inversores en bonos cada mes.

Pero es que, además, se argumenta que los hogares estadounidenses reciben ingresos por más de 13 billones de dólares en activos que devengan intereses a corto plazo, casi el triple de los 5 billones de dólares en deuda de consumo, excluyendo las hipotecas, por los que tienen que pagar intereses. Al ritmo actual, eso se traduce en una ganancia neta para los hogares de unos 400.000 millones de dólares al año.

Desde luego hay que reconocer que, aunque esté lejos de la idea tradicional, da mucho que pensar.

  Antonio Castelo. Foto: IBROKER

Antonio Castelo es analista de iBroker

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