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Cuesta de septiembre: cómo ahorrar después de las vacaciones con ayuda de la tecnología

16/09/2020 - 

MURCIA. A la vuelta de las vacaciones, toca hacer valoración de daños. Muchas veces sin saber por cuánto ha salido el descanso veraniego, hay que asumir los gastos extra de la vuelta al cole, el aumento del consumo de gas y electricidad, el transporte, la alimentación... Los expertos recomiendan recurrir a aplicaciones como los agregadores de información financiera, que utilizan la inteligencia artificial para sustituir la intuición por datos objetivos que ayudan a superar mejor la cuesta de septiembre. Los comparadores de productos y servicios también son una importante fuente de información para asumir los gastos que trae consigo esta época del año.

Controlar las finanzas

Empresas especializadas en el sector turístico como Tripadvisor calculan que las familias gastan entre 1.000 y 3.000 euros de media en verano, un gasto que en muchos casos habrá que afrontar a la vuelta de las vacaciones, lo que, sumado a los demás pagos que hay que acometer en estas fechas, hacen que se hable, sobre todo para las familias con niños, de “cuesta de septiembre”.

Según Josep Navarro, profesor colaborador de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), lo primero que hay que hacer para ahorrar, no solo en septiembre sino en cualquier época del año, es establecer un plan realista en función de los gastos y los ingresos como se haría en cualquier empresa. “Aplicaciones como Fintonic, Spendee, Mint, Monefy, etc., permiten conectarnos de forma automática a nuestras cuentas bancarias, actualizando y agregando en tiempo real o diariamente todos los movimientos”. Además de acabar con la tediosa tarea de registrar los gastos —siempre que hagamos el mayor número posible de pagos con tarjeta—, estas aplicaciones categorizan los gastos y, utilizando la inteligencia artificial, aplican modelos de predicción bastante precisos.  

“Las aplicaciones propias de los bancos son útiles, pero se puede decir que actúan "a toro pasado". Te dicen: de los 1.000 euros que ganaste el mes pasado, te has gastado tanto en esto, tanto en esto... Sin embargo, aplicaciones como Fintonic saben con precisión cuáles van a ser tus gastos de los próximos meses, por eso te dan la información que te ayuda a tomar mejores decisiones. Yo ya sé que septiembre es duro, pero quiero saber cuán duro es. Eso te lo pueden responder”, afirma. “Además, como trabajan con entidades financieras, también te pueden ofrecer productos como fraccionamiento de pagos o créditos personales para asumir los gastos extra tras la vuelta de vacaciones”. El único inconveniente es que no se trata de una solución de última hora, ya que las predicciones serán más acertadas conforme mayor sea la muestra, es decir, cuanto más historial tenga el usuario en la aplicación.

Vuelta al cole

Varía mucho según cómo sea el colegio o cuál es la comunidad autónoma de residencia, pero se calcula que la vuelta a las aulas cuesta a las familias 500 euros por niño, según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). La vuelta al cole es, por tanto, una de las partidas extra más importantes a tener en cuenta dentro de los gastos de septiembre y, dentro de ella, los libros y los uniformes se llevan la mayor parte. Josep Navarro recomienda acudir a los comparadores como solución de última hora para reducir gastos: “Si nos hemos plantado en el mes de septiembre sin tener un plan de gastos organizado, los comparadores son una buena opción para obtener el mejor precio en un servicio o un producto determinado, porque rastrean la red en busca de las mejores opciones”. Para comprar libros nuevos, existen comparadores especializados como Ok libros, Texto libros o Ahorra en libros. Algunos supermercados también ofrecen descuentos interesantes en esta época del año e incluso financiación gratuita para atraer tráfico a sus centros comerciales. Otra opción es la venta o intercambio de libros de segunda mano y material escolar.

Para los uniformes, se puede recurrir a páginas web de compraventa de artículos de segunda mano, ya sea generalistas o especializadas en moda.

La tecnología es uno de los ítems que ha entrado con fuerza en el presupuesto de inicio de curso, sobre todo en tiempos de pandemia. Tablets, ordenadores e impresoras son ya casi artículos de primera necesidad para los estudiantes. Para reducir costes, muchas familias recurren a la tecnología reacondicionada. Son productos tecnológicos de segunda mano que han sido revisados y reparados por profesionales y puestos de nuevo a la venta con garantía para el comprador y a precio sensiblemente inferior.

Ahorro de suministros

Otro de los apartados importantes a tener en cuenta en el epígrafe “gastos” son los suministros del hogar, como electricidad o gas, ahora que los días van a empezar a ser más cortos y fríos, además de telefonía o seguros (en el consumo de agua se puede ahorrar poco, porque no es posible cambiar de proveedor). Aquí, el profesor Josep Navarro recomienda aprovechar que es la época del año en la que este tipo de empresas hacen ofertas comerciales para captar nuevos clientes y utilizar los comparadores para revisar si estamos pagando de más y cambiar de compañía o de tarifa en caso necesario. 

El caso de la electricidad es especialmente significativo, dado el espectacular aumento en las tarifas que se ha producido en los últimos años (pagamos un 55,6% más en la última década, según datos de la Encuesta de presupuestos familiares del Instituto Nacional de Estadística). Los comparadores como ayudan a elegir entre la gran variedad de oferta de compañías y planes que pueden provocar confusión a la hora de elegir la tarifa más conveniente.

Es hora de hacerse con dispositivos como termostatos o enchufes inteligentes. Son baratos, se conectan a los electrodomésticos mediante wifi y, a través de aplicaciones, permiten controlar su uso desde el móvil disminuyendo sustancialmente la factura de la luz.

Por otro lado, si el descalabro vacacional ha sido considerable, se impone hacer una lista de la compra austera. Algunas aplicaciones no solo permiten crear varias listas y compartirlas, sino también incluir los precios de los distintos productos para un mejor control del gasto. El segundo paso es hacer uso de comparadores que permiten saber en qué supermercado sale más barata la lista de la compra: Soy super es uno de los más usados. Aunque hay que tener en cuenta aspectos como que el precio online no tiene por qué corresponder con el de la tienda física, también se puede calcular el gasto de gasolina si se opta por comprar en varios establecimientos y contabilizar los gastos de envío en el coste total si la opción elegida es la compra online.

Cambio de hábitos

Con la vuelta a la rutina para todos, es un buen momento para replantearse costumbres y adoptar nuevos hábitos que pueden afectar positivamente a la salud, pero también a la economía familiar y al medioambiente, como sustituir el trayecto en coche en solitario por un viaje compartido o, mejor aún, en bici o transporte público. Las redes sociales ayudan a conseguir este objetivo. Desempolvar el tupper o cambiar la suscripción al gimnasio físico por uno virtual pueden hacer más llevadera la cuesta de septiembre. “Sea como sea, lo importante para que se consoliden los hábitos es que sean fáciles de llevar a cabo, nos resulten atractivos y encontremos el momento de ponerlos en práctica, y, sin duda, septiembre es un buen momento porque, al igual que el principio del año, es un momento pivote sobre el que construir hábitos de ahorro”, según comenta el investigador del eHealth Center de la UOC Manuel Armayones, que remarca, además, que para establecer un hábito es muy importante darse tiempo y hacer pequeños cambios que se puedan ir consolidando.

Aunque el mejor consejo de los expertos en estas fechas, además de empezar a controlar los gastos mediante los agregadores de información financiera antes mencionados, sería crear una cuenta de ahorro (este tipo de aplicaciones pueden hacernos de intermediarios con entidades bancarias) en la que ingresar una cantidad mensual en función de la capacidad de ahorro de cada familia que permita asumir gastos extra previstos, como el pago de las vacaciones o la vuelta al cole, sin sufrir demasiado. No hay que olvidar que la otra cuesta, la de enero, está a la vuelta de la esquina.

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