MURCIA (EFE). El acuerdo de gobierno entre PSOE y Unidas Podemos incluye la atención bucodental en el Sistema Nacional de Salud, pero ¿cuánto costaría a las arcas públicas? Más de 23.000 millones de euros, teniendo en cuenta que, según los dentistas, los españoles se gastan una media de 500 euros al año en su boca.
Esta sería la "cuenta de la vieja" resultado de multiplicar el gasto medio por los 47 millones de españoles, señala el presidente del Consejo General de Dentistas, el murciano Oscar Castro.
El coste real va a depender de cuáles sean las prestaciones que se van a incluir en la cartera de servicios y a qué ciudadanos se va a dar cobertura, aspectos que aun se desconocen.
Lo que sí es un hecho es "el deterioro de la boca de los españoles" y la falta de cultura en salud bucodental. "La gente no se lava los dientes y así no puede tener una boca adecuada", advierte Castro, quien constata que se prioriza la compra de un móvil a comprar un cepillo de dientes cada tres meses.
Los datos hablan por sí mismos: un 95 % de la población adulta española de entre 35 y 44 años tiene caries, porcentaje que asciende al 99,5 % en el grupo de edad de 65 a 74 años.
Además, uno de cada tres adolescentes de 12 años y el 43 % de los de 15 años presentan caries en dentición permanente y en la población infantil, 1,8 millones de niños también tienen en los dientes de leche (el 80 % de ellos están si tratar).
Y es que la caries, junto con el resfriado común, es la enfermedad más extendida del mundo, y si no se trata a tiempo, es la responsable de la pérdida de dientes.
A más del 80 % de las españoles de 40 años les falta alguna pieza importante; el 97 % de los adultos de entre 65 y 74 años tienen al menos un diente permanente perdido, el 60 % tiene pérdida dental severa (menos de 20 dientes) y unos 800.000 están completamente desdentados.
Castro incide en que el mejor tratamiento es la prevención, que es por lo que apuestan la mayoría de los países de nuestro entorno y es, además, lo más barato. Se estima que por cada euro que se gasta en prevención se ahorran 20 en tratamiento.
Los programas preventivos no están al cien por cien instaurados y hay muchas diferencias entre comunidades autónomas. Por ejemplo, el País Vasco lleva años haciéndolo "y ahora mismo los niños vascos son los que tienen la mejor boca de toda España", asegura el presidente de los dentistas.
Otras en cambio, como Madrid, comenzaron el año pasado, "por lo que los resultados no se verán hasta que no pasen unos años". Murcia, Navarra, Galicia y Extremadura son otras de las comunidades con programas de prevención.
La falta de homogeneización hace que se produzcan desigualdades. "En los problemas de la salud bucodental el código genético influye mucho, pero entra en juego el código postal, según donde hayas nacido la vas a tener mejor o peor", advierte.
Castro señala que los programas de prevención deben dirigirse a los niños a partir de 3 años, cuando empiezan a salir los dientes de leche, y prolongarse hasta los 14, que ya se ha completado la dentición definitiva, estableciendo la "obligatoriedad" de acudir al dentista por lo menos una vez al año.
Según la Encuesta Nacional de Salud oral 2015 (últimos datos disponibles), un 71 % de los adolescentes había visitado al dentista en el último año; el 49 % de los adultos jóvenes (35-44 años) y el 46 % de los de 65 a 74 años.
"Se trata de educar para la salud, enseñar a los niños desde pequeñitos a cepillarse los dientes como mínimo dos veces al día, fluorar las aguas, utilizar pastas y colutorios con flúor, hacer fluoraciones tópicas, sellados de fisuras, etc", apunta.
Prevenir es "la forma ideal de tener adultos sanos y de no tener unos costes elevados en la sanidad pública", subraya.
Además de los niños, el Consejo de Dentistas considera que el Gobierno debe poner el foco en la población anciana y en las personas con discapacidad, que son "los grupos más débiles".
En cuanto al modelo a instaurar, Castro anima a mirar a países de nuestro entorno como Francia, Reino Unido o Alemania, donde funciona lo que se denominan "bonos de ayuda", que consiste en que el paciente acude a un dentista acreditado y el Estado le financia el 30 % de la factura.
La otra posibilidad sería que la atención bucodental se realizase desde el propio sistema sanitario, pero, según Castro, habría que multiplicar por casi 50 el personal actual, abrir nuevas unidades de salud bucodental y dotarlas de material y de instrumental.
El presidente del Consejo no tiene claro si con esta fórmula se podrían abaratar los precios. "Quizá sí pero a base de años y años instaurado, al principio sería un coste elevado", ya que la boca tiene 32 piezas y cada una de ellas puede necesitar un tratamiento.
En cualquier caso, los dentistas se ponen a disposición del Gobierno para asesorarle en lo que necesite. "Vamos a ser máximos colaboradores", ha asegurado Castro.