MURCIA. "Soy una alcohólica, neurótica, psicótica, quejica, una perdedora obsesionada conmigo misma, pero soy una artista";"Ojalá nadie me hubiera dicho que estaba loca. Entonces no lo estaría" (Viaje al manicomio, 1990); o "Sufre psicosis crónica con delirios de grandeza. Es pintora. Los delirios han aumentado. Escándalo nocturno. Tez pálida. Admitir". Mensajes como estos acompañan a las más de treinta obras, entres forografías y esculturas, que conforman la exposición Testimonios. Creadoras y Salud Mental, llevada a cabo por alumnas del Grado de Educación Primaria de la especialidad Pedagogía Terapéutica, que se puede visitar en el Espacio de Creación Artística Joven (ECAJ) de Molina de Segura hasta el 23 de febrero (de lunes a viernes, de 17.30 a 21.00 horas).
Testimonios. Creadoras y Salud Mental es un recorrido por el trabajo de diferentes artistas que narran, bien a través de sus creaciones o bien a través de su propia experiencia, la importancia del cuidado de la salud mental. En ellas las creadora miran a los ojos de la locura, la propia o la ajena, para transmitir su percepción del mundo, la incomprensión que rodea al que se siente diferente o distintos pensamientos que las acompañan. Se trata, asimismo, de una reinterpretación de obras de diversos artistas como Virginia Woolf, Kate Millet, Barbara Kruger o Diane Arbus, entre otras.
La muestra, comisariada por la artista Rocío Kunst, supone el resultado de una aproximación al potencial de la imagen como estrategia de enseñanza-aprendizaje mediante la cual concienciar, visibilizar y normalizar el cuidado de la salud mental. De esta forma, la enseñanza artística se entiende como una acción que desde las primeras etapas contribuye a evitar la educación en prejuicios. "De la imagen al hecho", apunta la comisaria.
Así, Testimonios se ha planteado como una herramienta pedagógica para lograr un acercamiento las enfermedades mentales de todo tipo (liberándolas del miedo que suelen producir en los demás), a la vez que muestra el trabajo invisibilizado de muchas mujeres creadoras.
En las piezas hay representaciones de la búsqueda de la identidad -"apenas sé, señora, lo que soy en este momento. Sí sé quién era al levantarme esta mañana, pero creo que he cambiado varias veces desde entonces"-; mensajes para no creer erróneamente que somos invencibles -"antes pensaba que no era para tanto, que podía con todo, que me aguantara y fuera fuerte, pues hay gente que lo está pasando peor. Gran error. Tu vida y tus circunstancias son TU realidad y no se deben ignorar. La salud mental es tan importante como la física, no nos olvidemos"-; o testimonios de la propia realidad -"la imagen representa el peor momento de la depresión, cuando no tenía ganas de salir de la cama y me pasaba la mayor parte del tiempo en ella, para evadir la realidad y el constante sentimiento de tristeza-.
La comisaria de la muestra señala que "todo arte es en primer lugar comunicación; testimonios que crean puentes entre la locura y La Verdad, entre nosotros y los otros, buscando una prueba que sirva para confirmar mi experiencia del mundo. Crear para confirmar que se existe. Hallar ese punto ciego que ensombrece los limites de lo verdadero y lo imaginario y nos permite habitar la locura". Añade que "creatividad y locura son espacios que presentan puntos de contacto. Estas semejanzas son halladas en Testimonios, muestra que recoge como el proceso creativo es en muchas ocasiones motor, refugio o catarsis en ese intento de conectar con un mundo que se percibe como hostil".
"El arte es una garantía de sanidad", se puede leer en otra de las cartelas.