Como Ayer / OPINIÓN

Cuando el 'padre' del Tío Pencho dirigió La Arrixaca

15/06/2023 - 

MURCIA. Nos han contado los periódicos, hace unos días, que se han cumplido 30 años de las primeras intervenciones quirúrgicas que se efectuaron en el hospital ‘Morales Meseguer’, y hasta nos han presentado a aquellas niñas pioneras que fueron operadas de vegetaciones. Pero estos ‘ayeres’ acostumbran a viajar algo más lejos en el tiempo, y por eso se remontan hoy a los días en que el ‘Morales’ nació como Residencia Sanitaria ‘Virgen de la Arrixaca’, la primera que la Seguridad Social abrió en la entonces provincia de Murcia.

Eso significa retrotraernos al año 1967, y en el mes de abril, con las obras muy avanzadas, giraron las autoridades del ramo visita a unas instalaciones que se anunciaban como las más modernas en todos los campos de la medicina, y que presumiblemente serían inauguradas en el mes de junio. Y, en efecto, el nuevo hospital abrió sus puertas en esas fechas, si bien los servicios se fueron activando paulatinamente y el acto oficial se demoró hasta febrero del año siguiente, nada menos.

En el reportaje previo, se explicaban muchos detalles sobre aquél imponente edificio, de nueve plantas en su alzado anterior y de cinco en el posterior, que se había alzado a la vera de la carretera de Churra, aquella de la que quedaron escritos los dulces versos que envolvían los caramelos de Semana Santa: “No vayas a Churra en burra, porque si llueve y hay barro, yo que me apuesto un cigarro, que no llegas tú ni la burra”.

Los principales titulares anunciaban una capacidad de 330 camas, más ambulatorio completo; con una dotación del más avanzado material quirúrgico, depósitos de agua capaces para 600.000 litros y de fuel-oil para un millón de litros, amén de un emplazamiento privilegiado, expuesto a una luz solar extraordinaria. Fue nombrado director provisional el doctor Óscar Zurriaga.

Y uno de los primeros servicios que entró en funcionamiento, en el citado mes de junio, fue el de tocología, a resultas de lo cual nacieron el primer niño y la primera niña en el nuevo hospital, a quienes se regalaron, para conmemorar el acontecimiento, sendas medallas de la Virgen… de la Fuensanta, pese a que la residencia sanitaria llevara el nombre de la Arrixaca. En julio, fue el turno de los primeros mellizos, que también recibieron sus medallas.

Óscar Zurriaga dejó paso en la dirección del centro a otro galeno, el doctor Manuel Sánchez Baena, de 33 años, que alcanzó más popularidad como humorista gráfico, creador del célebre ‘Tío Pencho’, que en el ejercicio de su profesión como cardiólogo

En tanto, llegado el mes de septiembre, Óscar Zurriaga dejó paso en la dirección del centro a otro galeno, el doctor Manuel Sánchez Baena, de 33 años, que alcanzó más popularidad como humorista gráfico, creador del célebre ‘Tío Pencho’, que en el ejercicio de su profesión como cardiólogo.  

Fue ‘Man’, que ese, como recordará el lector, era el nombre con el que firmaba sus tiras y por el que fue conocido, quien en febrero de 1968 participó como responsable de la Arrixaca en el esperado acto de inauguración oficial, presidido por el ministro de Trabajo, Jesús Romero Gorría, que unos años más tarde, como presidente de Iberia, puso en marcha el famoso puente aéreo Madrid-Barcelona.

Y con tal motivo, salieron a la luz más números: algo más de 24.000 metros cuadrados construidos; 123 millones invertidos por la Seguridad Social, más otros 30 millones en mobiliario y material médico quirúrgico; 76 médicos, 57 de ellos especialistas, y otros 239 empleados sanitarios entre enfermeras, auxiliares, celadores, matronas, etc.; y unas 1.900 consultas diarias en el área ambulatoria.

Destacaban las crónicas periodísticas que Conserjería y Admisión componían el cerebro electrónico del complejo médico-quirúrgico. “El médico-residente recibirá, donde quiera que se halle, la señal de alarma. Puede encontrarse en la planta sexta -zona de internamiento- o en la cafetería tomando una taza de café. Del bolsillo superior de su bata blanca saldrá el ‘bip-bip’ continuo de su aparato de radio emisor-receptor. Le dirán desde el ‘cerebro’ que acuda rápido, y el residente, a su vez, inquirirá detalles sobre la marcha, mientras se dirige al vestíbulo de acceso. En la jerga de la casa, al receptor-emisor se le conoce por el ‘CYPOL’ (influencia de los seriales televisivos)”.

Un alarde de modernidad, sin duda, hace 55 años. Y una alusión a los sofisticados espías protagonistas de la exitosa serie sesentera ‘El agente de CIPOL’, que dejó de emitirse en Estados Unidos ese mismo año y que estaba muy de moda en España, donde se estrenó en diciembre de 1966.

Las estadísticas desde la apertura escalonada del centro, mediado el mes de junio, arrojaba la cifra de más de 4.000 ingresos, 1.780 nacimientos, más de 25.000 estancias y 127 camas ocupadas de promedio sobre las 330 disponibles. A todo ello se sumaban 12 jefes de servicio, 16 jefes de clínica y cinco anestesistas.

A pesar de todos los avances y personal de primera línea a disposición de los pacientes, la Arrixaca dejó paso a unas nuevas instalaciones, en un paraje próximo a El Palmar, en el año 1975, que heredó la denominación del hospital de Vistalegre.

De modo que el anterior, que siguió funcionando en cuanto a servicios ambulatorios, se convirtió en la ‘vieja Arrixaca’. Luego llegaron los largos años de reformas hasta su adaptación como un nuevo hospital, que recibió su actual nombre, ‘Morales Meseguer’, como homenaje al médico y primer consejero autonómico de Sanidad, que lo fue entre 1983 y 1986, fallecido en 1990 a los 59 años de edad.  

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