Las mutuas creen que podrían bajar a la mitad las bajas laborales.
MURCIA. El absentismo laboral en la Región de Murcia tuvo un coste de 427 millones de euros en 2018 y afectó a un 7% de la población activa, lo que supone un incremento del 7,5% respecto al ejercicio 2017.
Así consta en el informe presentado este viernes por la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (Amat) en una jornada en la que se han analizado los costes que supone para las empresas el absentismo laboral por Incapacidad Temporal por Contingencias Comunes (ITCC). El vicepresidente de Amat, el ex rector Juan Roca, pidió un cambio legislativo para que estas empresas puedan realizar las altas médicas en estos procesos, lo que supondría, según indicó, bajar de 140 a 70 días el periodo medio de inactividad.
Además, Roca incidió en que las bajas médicas realizadas por médicos de la sanidad pública duran más que si se hiciera a través de las mutuas, y achacó el absentismo laboral a la burocracia administrativa.
Para el presidente de Croem, José María Albarracín, las empresas están "desprovistas" de mecanismos de control, al tiempo que las administraciones públicas, según señaló, no realizan un "control eficaz" de estas situaciones. "Por tanto, es necesario reforzar la capacidad de las mutuas para llevar el control de las bajas desde el primer día".
El coste del absentismo laboral por Incapacidad Temporal por Contingencias Comunes (ITCC) equivaldría a 34.091 jornadas anuales de trabajo perdidas o a que 7 de cada 100 trabajadores no hubieran acudido a su puesto ningún día del año 2018.
La incidencia media por cada 100 trabajadores se ha incrementado un 8,09% en la Región, llegando a 52,94 días, mientras que la media nacional es de 42,39 jornadas. Además, la duración media de los procesos es de 52,94 días, por encima de los 42,39 de la media nacional.
Respecto a edades, los trabajadores de entre 36 y 40 años son los que más procesos de contingencia común han registrado en la Región (16.167), mientras que el lunes es el día de la semana con más procesos de este tipo iniciados (29.122) y los viernes los que menos (13.393).
En este sentido, el gerente de Amat, Pedro Pablo Sanz, señaló que la burocracia administrativa, la excesiva carga asistencial de los servicios públicos de salud y el "uso abusivo" de la prestación son las causas del absentismo laboral.
Analizándolo con detalle, el coste por absentismo en términos de prestaciones económicas a cargo de las mutuas ascendió a 229,47 millones de euros (un 8,10% más que en 2017) mientras que el coste directo a cargo de las empresas ha representado 197,8 millones de euros (un 6,79% más que el año anterior).
Las principales patologías traumatológicas que motivan la baja médica en la población protegida por las mutuas, que representa el 78,6% de los trabajadores en contingencias comunes y el 99,45% en las profesionales, son las alteraciones de espalda, trastorno de articulación, alteraciones de la columna cervical y torceduras de tobillo.
En estas afecciones es donde incidió Amat que es necesario que las mutuas puedan seguir íntegramente el proceso de altas y bajas, asegurando el informe que los médicos de estas empresas reducen un 64,78% el tiempo de recuperación respecto a los facultativos públicos, ya que son expertos en este tipo de lesiones.
Los autores del informe cifran en 31 millones de euros el ahorro que supondría este cambio normativo, sobre todo en los sectores con mayor absentismo: comercio al por menor, comercio al por mayor, servicios de comidas y bebidas e industria de la alimentación.