MURCIA (EP). El aumento de los incendios forestales en Sudamérica, una peor calidad del aire en Europa y la llegada de polvo sahariano al Mediterráneo han sido algunos de los fenómenos que han caracterizado el invierno boreal de 2023-2024 según el Servicio de Vigilancia Atmósferica de Copernicus (CAMS).
Según los datos, en Baleares el invierno fue muy cálido, con anomalías comprendidas entre más de uno y dos grados. De este modo, entre los meses de diciembre, enero y febrero, se produjeron varios acontecimientos de relevancia relacionados con la composición atmosférica. En este punto, señala que varios países de Sudamérica han experimentado una importante actividad de incendios forestales en su territorio.
Además, en Venezuela, las emisiones totales de carbono por incendios forestales estimadas para enero y febrero de 2024 fueron las más elevadas en comparación con el mismo periodo de años anteriores, según el registro del conjunto de datos del Sistema Mundial de Asimilación de Datos sobre Incendios (GFAS).
Brasil también registró un récord de emisiones de carbono en febrero debido al mayor número de incendios en el estado septentrional de Roraima. Además, Guyana y Surinam registraron las emisiones más elevadas para esta época del año, aunque las emisiones totales de ambos territorios son inferiores a las de otros países. También Bolivia experimentó en febrero las mayores emisiones procedentes de incendios desde 2003 y, a principios de febrero, los fuegos de Chile en la región de Valparaíso provocaron al menos 112 fallecidos.
Los incendios se han producido también en los trópicos aunque los incendios estacionales y las emisiones asociadas en el norte de África tropical suelen alcanzar su punto álgido durante el invierno, mientras que en la región de la alta ASEAN (especialmente en Laos, Birmania y Tailandia) se alcanza a principios de la primavera. Según el conjunto de datos del GFAS, las emisiones diarias de incendios estimadas para esta región han sido inferiores a la media del periodo 2003-2023 y se están monitorizando a medida que avanza la temporada.
Por otro lado, en la mayor parte de Europa predominaron las altas presiones atmosféricas durante varios días y en el norte de Italia y los Balcanes se produjo una degradación sustancial de la calidad del aire en zonas afectadas por unas elevadas emisiones antropogénicas.
Asimismo, el CAMS ha observado en los últimos meses varios episodios de desplazamiento de polvo sahariano de gran magnitud sobre el Atlántico que causaron elevados niveles de concentración de materia particulada (PM10). En este punto, cita un episodio acaecido en enero, que provocó un desplazamiento de largo alcance a través del Atlántico hasta Sudamérica, mientras que otro cruzó el Atlántico norte hasta el noroeste de Europa y continuó hacia Escandinavia.
Posteriormente, durante la primera quincena de febrero, se observaron concentraciones muy elevadas en superficie de PM10 debidas al polvo sahariano en todo el Mediterráneo, y un gran penacho se desplazó hacia Europa occidental. A finales de febrero, el desplazamiento de polvo a través del Mediterráneo continuó por el este de Europa y hacia el norte, hasta el mar Báltico y Escandinavia.
Por otro lado, en febrero de 2024, el CAMS presentó la actualización del Servicio de Alertas de Aerosoles que permite enviar avisos con hasta tres días de antelación en caso de que la cantidad de aerosoles en la atmósfera de una región concreta coincida con alguno de los tres niveles de alerta: alto, muy alto y extremo.
En el caso de España, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) detalla que el invierno 2023-24 (periodo comprendido entre el 1 de diciembre de 2023 y el 29 de febrero de 2024) ha tenido un carácter muy cálido, con una temperatura media sobre la España peninsular de 8,5°C, 1,9°C más de la media de esta estación (periodo de referencia 1991-2020). Así, ha sido, junto con 2019-20, el invierno más cálido desde el comienzo de la serie en 1961.
El invierno tuvo carácter extremadamente cálido en la región mediterránea y muy cálido en el resto de la España peninsular. En Baleares fue muy cálido, mientras que en Canarias tuvo carácter extremadamente cálido. Se observaron anomalías térmicas cercanas a +3ºC en zonas del interior de la Comunitat Valenciana, de la Región de Murcia y de Cataluña, así como en el sur de Aragón y el este de Castilla-La Mancha.
En el resto de la España peninsular las anomalías tomaron valores comprendidos entre +1°C y +2°C, salvo en zonas del oeste de Castilla y León, donde se situaron entre 0 y +1°C. En Baleares las anomalías estuvieron comprendidas entre +1°C y +2°C, mientras que en Canarias tomaron valores alrededor de +2°C en las zonas bajas y en torno a +3°C en las zonas de mayor altitud.
Durante el invierno fueron frecuentes los episodios cálidos en España y la AEMET destaca, por su intensidad y duración, el episodio cálido que tuvo lugar entre el 21 de enero y el 9 de febrero y el de los días 12 a 22 de febrero, ambos con temperaturas máximas y mínimas muy por encima de los valores habituales para la época del año. Otros episodios cálidos destacados fueron los de los días 8 a 13 de diciembre, 29 de diciembre a 4 de enero, y 13 a 19 de enero.
En cuanto a bajas temperaturas, hubo varios episodios fríos con temperaturas por debajo de las normales, aunque ninguno de ellos puede considerarse como ola de frío. En diciembre se observaron tres breves episodios fríos: el primero entre los días 2 y 6, con máximas y mínimas por debajo de los valores habituales para la época del año, y los siguientes los días 17-20 y 24- 27, en los que las temperaturas mínimas estuvieron por debajo de los valores normales, con máximas cercanas a la media.
Ya en 2024, en enero hubo dos episodios fríos, con temperaturas por debajo de las habituales para la época del año, los días 6 a 12 y 20 a 21 y en febrero hubo un único episodio frío, con temperaturas algo por debajo de las habituales para la época del año, especialmente las máximas, entre los días 23 y 29.
En cuanto a precipitaciones, la AEMET detalla que ha sido en conjunto normal, con un valor de precipitación media sobre España peninsular de 170,5 litros por metro cuadrado (l/m2), el 90% del valor normal del trimestre en el periodo de referencia 1991-2020. Ha sido el vigésimo séptimo invierno más seco desde el comienzo de la serie en 1961 y el décimo primero del siglo XXI.
El invierno ha tenido carácter entre normal y húmedo en prácticamente toda la Península, con excepción del Levante, puntos de Cantabria y Asturias y sur de Andalucía, donde ha tenido carácter entre seco y muy seco. En el archipiélago balear el invierno ha sido seco, salvo en la isla de Mallorca donde ha tenido carácter entre normal y seco. En Canarias, el invierno ha sido muy seco llegando a ser extremadamente seco en la isla de Lanzarote