MURCIA. El empresario mexicano Mauricio García de la Vega, a quien una sentencia de la Audiencia Provincial convierte en el máximo accionista del Real Murcia Club de Fútbol, sigue en su país mientras que en el estadio Enrique Roca proliferan los carteles y las pintadas contra su persona incluyendo insultos y pidiéndole su marcha.
Once días después de conocerse el fallo de la Audiencia Provincial declarando nula la ampliación de capital que se realizó en el club hace algo más de dos años y que acabó con Francisco Tornel, actual presidente de la entidad, como accionista mayoritario de la sociedad, García de la Vega continúa en México, desde donde hizo público un vídeo pidiendo a la afición una oportunidad para "ganarme su confianza con mis actos" y remarcando que "el club no va a desaparecer".
El dueño de la compañía Iconos Nacionales asiste, por lo tanto, a casi 10.000 kilómetros lo que ocurre en la capital del Segura, donde su figura no es precisamente bien vista por un amplio sector de la afición.
Tanto es así que en el estadio Enrique Roca, donde el conjunto grana disputa sus partidos como local en el grupo 4B de Segunda División B, son visibles una gran cantidad de carteles pegados en puertas y muros en las que se puede leer el mensaje "Por lo legal o por lo criminal. Mauricio fuera ya" con una foto del destinatario del mismo.
Igualmente en el recinto deportivo hay tres pintadas en las que se le insulta y se le hace saber el deseo de no tenerle en el Real Murcia.