opinión

¿Cómo se valora el caos en los mercados financieros?

¿Se compra, se vende o se espera a que ocurra algo realmente impactante? Los inversores muestran su inquietud tras el ataque sorpresa de Hamás a Israel

16/10/2023 - 

MADRID. ¿Cómo se valora el caos? ¿Se compra, se vende o se espera a que ocurra algo realmente impactante? Esas son tal vez las preguntas de inversión más críticas a medida que el ataque sorpresa de Hamás a Israel ilumina el desequilibrio mundial. Las respuestas no son tan claras como los problemas. La disfunción interna de Estados Unidos ha privado al mundo de liderazgo cuando más se necesita que una nación fuerte y respetada esté al timón. Europa está débil. No se vislumbra un final feliz, mientras Ucrania lucha por repeler a Rusia.

China está enfrentando su peor pesadilla: una crisis demográfica y económica simultánea. La segunda economía más grande del mundo se está desacelerando, su población está envejeciendo y los jóvenes parecen estar 'a la bartola' en lugar de trabajar. Algunos temen que China pueda aprovechar la crisis de Oriente Medio como una oportunidad para invadir Taiwán.

La última vez que observamos una letanía de importantes factores de riesgo fue a principios del mes pasado. Desde entonces, el índice S&P 500 ha bajado hasta un 5% y el Índice de Volatilidad de Cboe (VIX) ha subido aproximadamente un 22%. Regresamos a esos mismos factores de riesgo, ya que amenazan con superar la obsesión prolongada del mercado con la inflación, las tasas de interés y el análisis del lenguaje escueto de los banqueros centrales. Otros sugerirán estrategias de opciones que supuestamente son de fácil acceso y para todos los inversores. Su complicación, insisten, generará beneficios tanto si las acciones suben, bajan o se estancan.

El llamado 'índice del miedo' (VIX)

En cambio, es mejor enfocarse en un hecho importante que rara vez se discute fuera del sagrado recinto del mercado: a veces, las opciones son demasiado caras para comprar y demasiado baratas para vender. Ahora es uno de esos momentos. La volatilidad implícita -medida por el VIX- se encuentra por debajo de su media de largo plazo y este si que es un valor cuantificable de lo que es el riesgo, o el caos, según se entienda.

Grandes bancos de inversión se han lanzado a publicitar las opciones financieras como un instrumento de oportunidad. Goldman Sachs, por ejemplo, ha aconsejado a sus clientes que tengan precaución al vender opciones. Desde la fecha de vencimiento de septiembre, los operadores de derivados del banco estiman que la actividad media del S&P 500 con opciones líquidas ha bajado un 5%. Los inversores que vendieron calls (opciones de compra) a un mes que estaban un 10% por encima o por debajo del precio medio de la acción y crecieron en 42 puntos básicos y la venta de puts (opciones de venta) se redujo en 37 puntos básicos.

Se le está dando mucha importancia a la disminución de la rentabilidad de los bonos del Tesoro a 10 años el martes pasado desde máximos de 52 semanas (4,8%), lo que ha llevado a que la renta variable -las acciones comunes- suban. Preferimos ver eso como una señal de que los bonos del Tesoro son la camisa más limpia en una cesta llena de ropa sucia. En otras palabras, la disminución de los rendimientos puede no señalar el fin de las tasas de interés en aumento.

Darío García es analista de XTB

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