MURCIA. Es un hecho que el mercado laboral de la Región de Murcia, tradicionalmente un quebradero de cabeza, afronta uno de sus mejores momentos. El escenario actual no es tampoco para tirar cohetes como en los años previos a la crisis del 2008 ni tampoco de felicidad plena, con todavía flecos por mejorar y varias amenazas latentes. Pero, al menos, sí muestra una relativa buena marcha, dejando atrás los años oscuros que arrastraron a la crisis económica de 2008 y confirmando la lenta recuperación que empezó en 2015.
Lejos quedan meses terribles para el empleo como aquel funesto febrero de 2013, que arrojaba 160.000 murcianos apuntados en la listas del paro y 476.780 trabajadores inscritos en la Seguridad Social. Eran los instantes más duros de la recesión y la Región firmaba sus peores cifras: su tope histórico de desempleados y el segundo peor dato de afiliados (el peor se conoció sólo un mes antes, con 475.526 ocupados). Ahora, una década después, el panorama es muy distinto. Según las últimas cifras conocidas este mismo miércoles, la Región cuenta con 84.346 desempleados y 648.510 trabajadores.
Es la mejor cifra de parados desde el verano de 2008, previo al inicio de la crisis financiera, cuyo inicio nace el 15 de septiembre con la quiebra de Lehman Brothers aunque sus efectos se conocieron, como una imparable y destructiva bola, con el paso del tiempo. En septiembre de 2008 había 76.345 murcianos en el paro, un mes después eran 80.977 y el año se cerraba con 90.000 desempleados. El ascenso era ya irremediable. La Región enterraba las cifras idílicas de 2005 y 2007, con medias inferiores a 50.000 parados, y se metía en un agujero negro que duraría mucho tiempo. Hasta hoy, se diría.
La afiliación, pese a que lleva dos meses de bajadas, también atraviesa uno de sus mejores momentos. Mayo dejó el número más alto de la historia, con 652.348 inscritos, aunque la EPA (Encuesta de Población Activa) del segundo trimestre elevó el tope hasta los 664.900 ocupados. Nunca antes hubo tantos trabajadores en la Región como en este 2023. En los años de bonanza se llegó a rozar la barrera de los 600.000, pero nunca se sobrepasó. Al igual que el paro, la ocupación sufrió su particular descenso con la crisis. Y tardó mucho en recuperarse. Hasta hoy, se podría decir también.
El sindicato UGT valora que el paro haya bajado en el último año y que la afiliación haya mejorado también. En concreto, el desempleo se redujo en los últimos doce meses en 5.545 personas (-6,17%) mientras que hay 11.496 inscritos más (un 1,8% más) que en el mismo periodo de 2022. "Son dos buenas noticias", señalan desde UGT, aunque lamentan que la intensidad sea menor que en el resto de España.
Desde CCOO creen que la bajada del paro se debe a la campaña de vacaciones en la hostelería, un empleo estacional. A su juicio, el número de parados sigue siendo muy elevado y abogan por políticas progresivas que apuntalen el empleo de calidad. Para CCOO, el sector primario no termina de despegar en la creación de empleo como consecuencia de "la falta de adaptación a las condiciones climatológicas adversas, que además suponen un considerable incremento del riesgo laboral para las personas trabajadoras".
La patronal de empresarios de la Región, la Croem, destaca la "buena dinámica del paro", si bien estima que son resultados moderados ya que la ocupación se contrae, en contraste con la mejoría nacional (subió un 0,1%). Aducen asimismo que el retroceso de la afiliación a la Seguridad Social está "condicionada por la campaña agraria".
Con todo, subrayan que el inicio de la temporada alta turística ha permitido un notable desempeño del sector Servicios durante el último mes (597 desempleados menos que en junio) y ha llevado el desempleo a sus niveles más bajos desde 2008.
Sin embargo, la Confederación aprecia "una estabilización del ritmo anual de creación de empleo en tasas moderadas". Además, existe un contexto de "elevada incertidumbre" en el ámbito económico, lo que, advierten, podría condicionar a medio plazo los registros laborales.
Hace una semana, la Cámara de Comercio remarcaba que el mercado se desenvuelve "muy dinámico", pero mantiene "cierta moderación propia de las incertidumbres que no se resuelven y que afectan a la economía y la actividad empresarial". También ponía el acento en la importancia de que el Gobierno regional se desbloque y no se convoquen elecciones de nuevo. "Que se forme gobierno es una circunstancia necesaria para crear estabilidad en el tejido empresarial y fomentar así el emprendimiento y las nuevas inversiones"
Desde UGT recalcan que la buena senda del mercado laboral se debe a los "efectos positivos de la reforma laboral sobre la reducción de la temporalidad, visibles, incluso, en la temporada de verano".
Hay que tener en cuenta que, antes de la reforma laboral, la temporalidad en la contratación se disparaba en los meses de verano, por encima incluso del 90% mientras que, en la actualidad, no llega al 47%, según recuerdan desde UGT. En una línea similar se expresa el sindicato CCO, que indica que antes de la reforma el porcentaje de contratación indefinida en la Región rondaba el 8% y el de contratación temporal el 92%.
En julio se formalizaron 58.165 nuevos contratos (un 12,1% menos que un año antes), de los que 30.863 fueron indefinidos, el 53,1%, más de trece puntos por encima de la media española (39,6%).
UGT pide que se siga "profundizando en la mejora de la calidad del empleo a través de la negociación colectiva y el diálogo social", al tiempo que reclama reforzar "las políticas activas enfocadas a los colectivos que están mostrando mayores dificultades de inserción, como los jóvenes y las personas que se incorporan por primera vez al mundo laboral".
Por su parte, para CCOO es necesario "diversificar la composición sectorial del empleo", pues considera que está "demasiado centrado en el sector primario y en el sector servicios". Hay que sumar otros sectores de actividad "más centrados en el conocimiento, la tecnología y el valor añadido".
Asimismo apuntan que la contención de las tasas de inflación a niveles prepandemía "debería favorecer la creación de empleo", pero para ello, agregan, "es necesario mejorar al mismo tiempo el poder de compra de las personas, mediante el incremento de los salarios y para eso la negociación colectiva debe desempeñar un papel determinante".