CARTAGENA. Este próximo 30 de noviembre está marcado en rojo para la entrega oficial del submarino Isaac Peral, el primero de la serie S80 que ha fabricado Navantia para la Armada española. Aunque la fecha no es oficial porque ni unos ni otros así lo han comunicado, todo hace indicar que el nuevo sumergible estará operativo en cuestión de días y que el ejército podrá contar con el flamante sumergible tras muchos años de espera y con una flota de submarinos -los S-70- muy mermada por las bajas y las reparaciones.
Navantia trabaja para pertrechar la nave con cientos de elementos -más de 1.500 provisiones- que son necesarios para el día a día de los marineros, y que van desde ferretería, a equipamiento médico, extinción de incendios, navegación, instrumentos de astronomía, equipo de cocina, artículos de uso doméstico, catering, artículos textiles, máquinas y herramientas, cinta reflectante o productos manufacturados.
La inversión que hará la empresa pública para proveer al sumergible de estos suministros alcanza los 750.000 euros. Van, por ejemplo desde un sexante, un silbato, un cuaderno de bitácora, un libro de cartas de las zonas de ejercicios, una brújula o unos binoculares, hasta un taladro, una caja de herramientas o un hacha de filo en el aspecto ferretero. Además, hay suministro de papelería con grapadoras, calculadoras, papeleras o hasta juegos de mesa, damas o ajedrez. Termómetros, férulas y un ecógrafo, entre otros, forman parte del material sanitario que tendrán en el S-81, al igual que un surtidísimo equipo de material eléctrico: bobinas, sondas, cables, generadores, baterías, pilas, aspiradores.
Por último, Navantia ha elaborado un minucioso listado de equipamiento de cocina, con más de 300 productos: Fuentes, cucharas, batidoras, abrelatas, cocteleras, parrillas, jamoneros, máquina de hielo..., casi casi como si de un restaurante se tratara.
La Dotación de Quilla será de 46 hombres y mujeres y que están apoyados por el núcleo que se conoce como Grupo S80 de 12 tripulantes adicionales. Ambos colectivos se supone estarán directamente involucrados en el proceso de preparación del submarino y de realización de las distintas pruebas.
El pasado día 17 de noviembre el S-81 superaba su último examen antes de la fecha señalada: 30 de noviembre. Se sumergía en aguas de Cartagena y posteriormente llevaba a cabo una prueba de remolque, a través de un cabo arrastrado por el buque de salvamento ‘Neptuno’. Vivimos unos momentos intensos y ahora nos toca dejarlo todo preparado. Es el final del camino y un momento ilusionante", explicaba Ignacio Núñez del Castillo, director de producción del astillero en el Negocio de Submarinos, quien calificaba de "gratificante" llegar a este momento y decir que el submarino "está perfecto y operativo. La Armada está encantada con él".
El flamante S-81 atrae el interés internacional para la compra de la nueva tecnología submarina de Navantia
