MADRID (AGENCIAS). El presidente del PP, Pablo Casado, ha pronunciado este miércoles en el Congreso un breve discurso que ha sonado a despedida. Ha sido en la sesión de control al Gobierno, a la que ha acudido a formular a Pedro Sánchez la pregunta que tenía prevista, relativa sus pactos con los partidos nacionalistas. Un día después de la dimisión de Teodoro García Egea, su secretario general en el PP, Casado ha entrado en el pasillo de la Cámara rodeado por una nube de periodistas y flanqueado por Ana Pastor, Cuca Gamarra, Ana Beltrán, Pablo Montesinos y Antonio González Terol, miembros del comité de dirección del PP.
En su intervención, que se produce en mitad de la crisis de liderazgo que vive el Partido Popular, Casado ha defendido a quienes entienden la política desde el "respeto a los adversarios y la entrega a los compañeros" para "servir a España y a la causa de la libertad" porque, según ha matizado, "ese es el futuro que merecen nuestros hijos y que debemos construir todos juntos". Fuentes de su entorno han anunciado que asistía a la sesión de control al Gobierno por "obligación como jefe de la oposición y respeto a la sede de la soberanía nacional".
Casado abría su intervención recordando el golpe de Estado que vivió el Congreso hace 41 años y asegurando que entonces fueron capaces de "superar las enemistades y fracturas con un pacto constitucional ejemplar". "La concordia y la reconciliación han guiado desde entonces la vida de todos los españoles frente al rencor y la ira", ha manifestado.
El presidente del PP ha recordado lo que dijo en el debate de investidura de Sánchez y ha repetido que tienen la "responsabilidad era ensanchar el espacio de la centralidad para que tanto el PP como el PSOE puedan "ganar en él", sin "necesidad de pactos con los que no creen en España, ni de alianzas con los que atentaron contra ella". Tras sus palabras, Casado ha recibido una fuerte ovación de la bancada popular.
En su réplica, Sánchez ha afirmado que, pese a la "discrepancia política" que se ha manifestado "en mucha sesiones de control", deseaba a Casado "en lo personal, lo mejor". Eso sí, ha afeado al PP haberse "instalado en la descalificación constante estos dos años, negando un principio democrático esencial como es la propia legitimidad y la existencia de este Gobierno, emanado de la voluntad popular y la representación legítima en las Cortes".
Dicho esto, ha querido dejar claro ante el Congreso que no va a adelantar las elecciones generales, en medio de la crisis interna del PP. "Les anuncio que el Gobierno de España no va a adelantar las elecciones generales no va a disolver de manera anticipada las Cortes Generales. No lo vamos a hacer", ha proclamado.
Una vez terminada la intervención de Sánchez, Casado ha abandonado el hemiciclo solo, acompañado únicamente por tres de los diputados del PP que todavía le son fieles: el vicesecretario de Comunicación del partido, Pablo Montesinos, la vicesecretaria de Organización, Ana Beltrán y el vicesecretario general, Antonio González Terol.