Cartagena se queda sin el histórico sello vinícola de Bodegas Serrano tras la jubilación del dueño

CARTAGENA. Cartagena se quedará en unos meses sin uno de los sellos históricos en el mundo del vino, Bodegas Serrano -ubicada en Pozo Estrecho-, después de que el propietario, Manuel Martínez Meroño, cumpla la edad de jubilación sin haber encontrado relevo generacional para mantener la saga familiar que arrancó hace más de ochenta años.

Bodegas Serrano es una bodega familiar fundada en 1940. A lo largo de los años se perpetúa la tradición familiar y continúa generación tras generación, primero su abuelo y más tarde su padre sembrando y elaborando la variedad Meseguera (autóctona del campo de Cartagena) y algo de Monastrell.

Durante esos años y con procedimientos tradicionales se obtenían los vinos, vinos con alta graduación, muy propios del Campo de Cartagena. La tercera generación de Bodegas Serrano no dudó en reforzar su carácter diferencial, potenciando la elaboración de vinos singulares a partir de variedades como Malvasía y Moscatel, para elaborar vinos blancos muy característicos del Mediterráneo semisecos, semidulces y dulces.

Tras varios intentos y ensayos ve la luz en 1994 el primer vino blanco joven de Bodegas Serrano: ‘Viña Galtea’ con indicación geográfica protegida ‘Vino de la Tierra Campo de Cartagena’, indicación que mantuvo la bodega hasta el año 2014.  Catorce hectáreas de viñedo, una gran parte que se sitúa en el perímetro del contorno de la bodega, cultiva las variedades Macabeo, Malvasía, Moscatel, Meseguera, Sauvignon Blanc, Chardonnay (blancas) y Cabernet Sauvignon, Monastrell, Syrah, Merlot, Petit Verdot y Tempranillo (tintas). Gracias al particular clima y la variedad, existente en el Campo de Cartagena, ésta es la zona de España que como primer lugar se lleva a cabo la vendimia, pues la variedad Moscatel se vendimia a finales de julio y los principios de agosto, esto lo que nos faculta para lanzar, en septiembre, nuestro vino “ Viña Galtea Moscatel Semiseco” - siendo el primero de España-, el terreno, la meteorología y la proximidad que hay al mar en el Campo de Cartagena otorgan a estos vinos unas particulares propias y singulares.

"Considero que el trabajo en esta empresa ha servido para alargar el mundo del vino cartagenero", señalaba, recientemente el propietario de la bodega, en una entrevista concedida a Cartagena de Hoy.  "Esta bodega es el último vestigio de una comarca vinícola muy rica como siempre fue el Campo de Cartagena. Ahora, con 15 hectáreas en propiedad, somos los últimos de una estirpe y hemos sobrevivido porque hemos sabido innovar en cuanto a nuevas variedades, utilizando las últimas tecnologías en vinificación para ser más competitivos", decía su propietario hace unos años tras recoger un premio concedido por Asaja.

Bodegas Serrano, que ha cultivado once variedades de uva, cuenta con la marca Viña Galtea, que agrupa vinos blancos, rosados y tintos, todos con sus singularidades. Ahora dice adiós todo un símbolo del mundo del vino en Cartagena.