Breviario / OPINIÓN

Carta de un votante engañado

1/12/2019 - 

MURCIA. ¡Y qué si te doy votos¡, ¿sirve de algo? Me usas como te viene en gana. Primero me engatusas, luego me convences y finalmente te voto. Y, ¿ahora qué? Me dejas abandonado como cántaro de agua en la fresca noche para que el temporero me beba en la cálida mañana de siega. Si me quieres, dímelo; si no, di que me vaya. Así no puedes tratarme: abandonado y con mi conciencia reventando tras sentirme defraudado.

Confié en ti y, ¿para qué? De tu capa haces un sayo o una docena. Sólo me querías, no digo por mi dinero, si no por la papeleta. Por una y por cientos y por miles que deposité (depositamos) cada convocatoria. Eres promiscuo. Me engañas con esa verborrea que enamora, pero ya sabemos dónde lleva. Al “si te he visto no me acuerdo” que me sueltas al día siguiente. Y todo porque lo tuyo es la vida del gigolo,  yo soy fácil y el precio que pago es poco en principio -apenas una papeleta-, que luego me lleva a cuatro años de arrepentimiento cuando no de ruina.

Has vuelto a engañarme y no volverás a hacerlo. Te creí y el mismo día de la boda ya me estabas engañando.

Te deseo mucho éxito porque será el de muchos, pero lo nuestro se acabó.

Atentamente.