MADRID. Nadia Calviño podría ser la candidata a presidir el Eurogrupo, la reunión informal de ministros de finanzas de la zona euro. La ministra española, ex funcionaria de la Comisión Europea, conoce bien el engranaje de las instituciones en Bruselas, y ha liderado la posición española, junto a Francia y los países del sur, para que la crisis causada por el coronavirus se asuma de forma conjunta y solidaria. La dimisión anunciada como ministro del portugués Mario Centeno, cuyo mandato se cumplía ahora, ha obligado a buscar una alternativa que haga frente a la crisis originada por la pandemia.
Tras reconocer el “excelente trabajo” de Mario Centeno, “que ha logrado consensos” en la respuesta a corto plazo de las consecuencias de la pandemia, Nadia Calviño ha reconocido en la rueda de prensa previa a la reunión del Eurogrupo la posibilidad de que España presente su candidatura para este puesto.
La ministra, que no llegó a confirmarlo porque aún no está claro el procedimiento formal, destacó que “en apenas semanas”, el Eurogrupo “ha articulado una respuesta tejiendo una triple red de seguridad con 540.000 millones de euros para trabajadores, empresas y Estados”. Calviño añadió que “en la consecución de estos avances, España ha jugado un papel clave y ello puede ayudar a que se hable de un candidato español”. La vicepresidenta y ministra de economía explicó que la presidencia del Eurogrupo “es algo positivo para España”.
No obstante, insistió en que el presiente actual, Mario Centeno, explicará cuál va a ser el proceso para la elección del nuevo presidente. Y añadió que “España no ha adoptado ninguna posición, pero se tomará en los próximos días”. La presidencia del Eurogrupo es de vital importancia para liderar las posiciones de los Estados de la zona euro en un momento de enfrentamiento y polarización entre los países del norte y los del sur, más afectados por la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus.
Recordemos que la anterior crisis estuvo marcada por esta división con salidas de tono de su presidente, el holandés Jeroen Dijsselbloem, quien llegó a afirmar que “los países del sur se gastan el dinero en copas y mujeres”. Estas declaraciones, realizadas en 2017, no fueron óbice para que se negara a dimitir, incluso después de reconocer su error y pedir disculpas.