Cajamar adelantará una semana el pago del desempleo y anticipará las prestaciones por ERTE

MURCIA. Cajamar adelantará a sus clientes la percepción de la prestación por desempleo al día 4 de mayo, sin coste para el cliente. Esta medida, que supone un adelanto de una semana sobre la fecha habitual, se realiza con el fin de ayudarles a mitigar los efectos de la crisis del coronavirus y contribuir a que las disposiciones de efectivo se realicen de manera escalonada.

Las entidades del Grupoanticiparán también la percepción de la prestación por desempleo a aquellos clientes que hayan perdido su puesto de trabajo como consecuencia de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) motivado por las circunstancias actuales. De este modo, para que no tengan que esperar a que concluya el procedimiento del expediente, cuya duración puede prolongarse hasta dos o tres meses, los trabajadores que sean clientes del Grupo, y que tuvieran su nómina domiciliada, podrán acogerse a un anticipo de hasta 1.500 euros de la prestación, a coste cero, mientras se regulariza la percepción de la misma en su cuenta.

Esta medida, se suma a otras iniciativas sociales promovidas por Cajamar, como la moratoria hipotecaria, aplazamiento sin coste de rentas de alquiler de activos adjudicados, emisión de tarjetas sin comisión, posibilidad de disponer de dinero en cajeros ajenos a la red de Cajamar sin coste alguno, aumento del límite de pago contactless de las tarjetas hasta 50 euros sin necesidad de introducir PIN, adelanto del pago de las pensiones, entre otras.

Además, Cajamar han ampliado a un año de carencia las líneas especiales de financiación para empresas, pymes y autónomos para que puedan cubrir las necesidades causadas por la crisis del Covid-19. Estos préstamos y líneas de crédito especiales están orientados al pago de facturas, salarios, necesidades de circulante u otras necesidades de liquidez, incluidas las derivadas de vencimientos de obligaciones tributarias o financieras; y cuentan con unas condiciones especiales, ya que permiten disponer de una carencia de capital de hasta un año y un plazo amortización de hasta cinco años.